Toledo, 20 de junio de 2025.- El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) ha hecho pública hoy la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del Pozo de Nieve de Villajos, ubicado en Campo de Criptana, Ciudad Real, así como el inicio del expediente para declarar BIC la Casa de la Tercia, también en esta localidad.
El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, ha expresado su satisfacción por estas decisiones, subrayando el compromiso del Gobierno de Emiliano García-Page en la conservación y mejora del patrimonio regional, que constituye un pilar fundamental de la identidad castellanomanchega.
El Pozo de Nieve de Villajos, cuya declaración como BIC resalta su valor histórico y arquitectónico, es reconocido como uno de los mejores ejemplos de arqueología industrial de la región. Estas construcciones, conocidas como «neveros», eran cruciales para la recolección de nieve en invierno y la obtención de hielo durante los meses más cálidos, lo que facilitaba la conservación de alimentos y medicinas. Se estima que el pozo podía almacenar hasta 190 toneladas de hielo. Su existencia data de 1752, aunque la construcción se cree que se completó a finales del siglo XVII. Esta estructura cilíndrica presenta una planta circular de más de seis metros de diámetro y más de siete de profundidad, conservando elementos arquitectónicos de gran valor como la red de drenaje y los canales radiales.
Por otro lado, el reconocimiento de la Casa de la Tercia como BIC responde a su importancia histórica y patrimonial, siendo uno de los ejemplos mejor conservados de estas construcciones en Ciudad Real. Este edificio renacentista, caracterizado por su sobriedad, está diseñado en planta rectangular y servía como almacén de cereales y productos agropecuarios. Su composición exterior es sencilla, con muros de mampostería caliza y sillares de arenisca en elementos clave, siguiendo el esquema constructivo habitual del siglo XVI.
Internamente, la casa presenta un espacio diáfano, dividido por un muro de carga, que se abre a través de arcos de medio punto que soportan vigas de madera. A pesar de las múltiples intervenciones de mantenimiento, aún se pueden reconocer sus características originales, lo que proporciona una visión integral de la arquitectura vinculada al pasado agrícola de la comunidad, junto a otros símbolos como el Pósito Real y los molinos de viento de la región.
vía: Diario de Castilla-La Mancha