En opinión de Amorina Villarreal, el VII conde de Lemos y Miguel de Cervantes no sólo mantenían una relación de mecenazgo y protección del primero sobre el segundo, sino que había una afinidad moral y espiritual muy acusada entre ambos
Amorina Villarreal Brasca, Doctora en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, Profesora e Investigadora del Departamento de Historia de América, Medieval y Ciencias Historiográficas de la misma universidad y Directora de Revista Complutense de Historia de América, nacida en Rosario (Argentina) aunque residente más de 25 años en España; pronunció en la tarde del viernes una extraordinaria conferencia en el Museo del Hidalgo, a la que el público respondió de manera magnífica llenando el aforo de la sala.
Resultó muy interesante para los asistentes (y todos aquellos que pudieron seguirla a través del perfil de YouTube de la SCA), porque explicó con toda claridad los entresijos de la política en tiempos de Miguel de Cervantes y las redes de amistades y sobre todo de favores que se tejían para alcanzar el poder y para mantenerlo.
Para entender y sobre todo apreciar la obra de Cervantes, es fundamental conocer el contexto social, cultural y también político en que se desarrolló. La Dra. Villarreal explicó el funcionamiento de los Consejos que asesoraban directamente al rey y que eran quienes le permitían la toma de decisiones en el amplio imperio español en el que se decía que no se ponía el sol. En ellos se decidían las políticas a seguir y eran donde se proponían a las personas que habían de ocupar cada cargo de importancia en la amplia administración de un Estado de magnitud fuera de toda comparación con otras naciones de la época.
Sobre el valimiento del duque de Lerma, explicó que estaba en continuo contacto con el rey Felipe III y que su función de “primer ministro” aligeró el gobierno del Estado al monarca. Contó que era un político con una capacidad extraordinaria y que acabó apoyándose en su sobrino (y además yerno), el conde de Lemos, eligiéndolo también por sus enormes capacidades de gestión y su talla política, incluso por delante de su propio hijo, anteponiendo los intereses del Estado, antes que los estrictamente familiares, considerando que Lemos no iba a defraudar la confianza en él depositada, como así fue.
A lo largo de la conferencia, mostró el enorme crecimiento de los virreinatos por las excelentes gestiones de los nombrados para los gobiernos y cómo aquellas ciudades americanas no sólo enviaban riquezas en plata y minerales a España, sino que también se enriquecieron y crecieron hasta límites importantes, retornando en ellas y sus habitantes la riqueza que generaban. De forma que muchos deseaban llegar allí a hacer sus carreras como funcionarios de la Corona española, uno de ellos fue Miguel de Cervantes que intento obtener cargos en el Nuevo Mundo (por sus merecimientos y servicios al rey), hasta en dos ocasiones, para hacer carrera allí.
Curiosamente, aunque él mismo no pisara el continente americano, su obra fue conocida, leída e incluso representada y sobre todo apreciada allí, desde muy poco tiempo después de la publicación de sus obras, refiriéndonos más concretamente al Quijote del que se tiene constancia que en 1607 ya era leído y representado en las calles de Pauza Perú).
En la jornada del sábado, Amorina Villarreal tuvo ocasión de conocer los diferentes recursos turísticos de Alcázar de San Juan, como el cerro de San Antón donde se ubica el conjunto molinero, apreció especialmente el molino Rocinante que mantiene su maquinaria y efectúa moliendas en fechas determinadas. Visitó también el entorno palacial, la capilla de palacio, el torreón y la colegiata de Santa María la Mayor, en la que tuvo ocasión de ver el facsímil de la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra y su pila bautismal. También conoció en esta iglesia, que es la parroquia más antigua de la diócesis de Ciudad Real (que cumplirá 800 años como parroquia en próximo año, 2026). el excelso camarín de la Virgen del Rosario, la parte más nueva de la iglesia colegial
En su visita a los lugares alcazareños de interés, conoció la historia del Quijote Cósmico en la Plaza de Palacio y se fotografió en la icónica estatua de don Quijote y Sancho Panza en la Plaza de España. En su desplazamiento por las calles de la ciudad, los cervantistas alcazareños se han congratulado de encontrarse con diferentes grupos de turistas que se encontraban visitando la ciudad, aduciendo los visitantes que uno de los motivos de venir a Alcázar era conocer la Mancha como territorio geográfico en el que tuvieron lugar parte de las aventuras del más famoso hidalgo de la literatura universal.
Tras la visita, Amorina Villarreal disfrutó de un Almuerzo de don Quijote en la sede de la Sociedad Cervantina de Alcázar, donde mientras degustaban un menú típicamente quijotesco, los miembros de la asociación cultural pudieron seguir disfrutando de los amplios conocimientos de la Dra. Villarreal.
Los cervantistas alcazareños han querido agradecer a Amorina Villarreal Brasca su buena disposición a participar en estos dos actos culturales organizados por la Sociedad Cervantina y la enorme riqueza de conocimientos que han adquirido a lo largo de su visita, por lo que valoran de forma muy positiva las dos jornadas vividas en su compañía y confían en que la ciudad de Alcázar de San Juan y que la idiosincrasia de la ciudad le haya dejado una huella lo suficientemente fuerte como para que a su vez promocione nuestra ciudad por los países donde ejerce su docencia.
Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan