El uso constante del programa automático en las lavadoras ha sido una elección común entre muchos consumidores, pero un técnico advierte que esta práctica podría no ser la mejor opción, especialmente para quienes tienen mascotas. Aunque es común optar por temperaturas de lavado entre 30 y 40 grados para ahorrar energía y porque la ropa no está excesivamente sucia, esta rutina puede estar dañando tanto la lavadora como la ropa misma.
El especialista señala que el lavado a bajas temperaturas no es suficiente para eliminar ciertos tipos de suciedad y bacterias. Esto es especialmente crítico para los hogares que tienen mascotas, ya que los pelos y otros residuos pueden no removerse completamente. A largo plazo, el uso frecuente de temperaturas bajas puede provocar que se acumulen residuos en el interior de la máquina, lo que no solo afecta el rendimiento de la lavadora, sino que también puede causar malos olores.
La recomendación del experto es alternar entre diferentes programas de lavado, incluyendo temperaturas más altas, para asegurar una limpieza más profunda y prolongar la vida útil del electrodoméstico. Ajustar el programa según las necesidades específicas de la ropa y las condiciones del hogar es crucial para evitar problemas técnicos que podrían resultar en costosas reparaciones.
Aunque recurrir al programa automático puede parecer conveniente, el técnico advierte que esta comodidad puede tener consecuencias serias. La acumulación de residuos de lavados inadecuados puede obstruir los componentes internos de la lavadora, comprometiendo su funcionamiento y provocando la necesidad de reparaciones anticipadas. Por lo tanto, diversificar los programas de lavado y considerar las especificaciones de cada carga es fundamental para mantener tanto la ropa como la lavadora en óptimas condiciones.