El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado avances significativos en el desarrollo del euro digital, con la posibilidad de que esta nueva moneda digital entre en circulación en octubre de 2025, siempre que se cumplan los requisitos legales pertinentes. Christine Lagarde, presidenta del BCE, destacó este avance como parte de un esfuerzo más amplio por modernizar el sistema financiero de la Eurozona, creando una divisa digital oficial que sea regulada y controlada, ofreciendo así una alternativa confiable frente a las criptomonedas del ámbito privado.
El proyecto del euro digital no es una iniciativa reciente; Lagarde ha estado promoviendo esta idea durante los últimos cuatro años, con el claro objetivo de adaptar el sistema financiero europeo a las demandas de la era digital. A diferencia de criptomonedas descentralizadas como Bitcoin o Ethereum, el euro digital será emitido y respaldado por el BCE, lo que garantiza su estabilidad y seguridad como medio de pago.
Entre los objetivos del euro digital se encuentra ofrecer una opción segura y regulada en el panorama de los pagos electrónicos, sin la intención de reemplazar el efectivo, sino de complementarlo y mejorar la eficiencia en las transacciones dentro de la Eurozona. La implementación de esta moneda digital podría resultar en pagos electrónicos más seguros y rápidos, mayor control y estabilidad financiera, y una reducción en la dependencia de intermediarios privados en el sistema de pagos digitales.
El BCE reafirma que el euro digital no pretende sustituir el dinero en efectivo, sino complementar las opciones de pago en un entorno que continúa digitalizándose. Si se mantienen las proyecciones actuales, la llegada del euro digital podría ser una realidad en menos de dos años, marcando un hito en la evolución del dinero en Europa. Portando consigo la pregunta de si esta nueva modalidad será el futuro del dinero en el continente europeo.
