El Consejo de Ministros ha dado luz verde a un decreto que establece importantes revalorizaciones de las pensiones para el año 2025, enfocado en mejorar el poder adquisitivo de millones de pensionistas en España. Una de las medidas más destacadas es el incremento del 6 % en las pensiones mínimas sin cónyuge a cargo, que pasará de 783 euros mensuales en 2024 a 830 euros. Para aquellos pensionistas que tienen cónyuge a cargo y son mayores de 65 años, el aumento será aún mayor, alcanzando un 9 % y elevando esta pensión de 1.033 euros a 1.127 euros mensuales.
Por su parte, las pensiones no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV) también verán un incremento del 9 %. Estas medidas buscan, en esencia, reducir la brecha del umbral de pobreza y brindar un soporte más sólido a quienes se encuentran en situaciones económicas precarias. Con estas modificaciones, se espera beneficiar a más de 12 millones de pensiones dentro del sistema, lo que no solo mejora su poder adquisitivo, sino que también refuerza el principio de suficiencia en las ayudas económicas.
El decreto no se limita a las pensiones mínimas, ya que también incluye una subida general del 2,8 % en todas las pensiones contributivas del sistema, que será efectiva desde el 1 de enero de 2025. Este aumento busca mantener la capacidad de compra de los pensionistas en un contexto económico difícil, caracterizado por la alta inflación. La revalorización está diseñada para priorizar la lucha contra la pobreza, asegurando que las pensiones mínimas y no contributivas crezcan por encima de la media.
Este conjunto de iniciativas forma parte de un plan más amplio del Gobierno para reforzar el sistema público de pensiones y garantizar la solidaridad intergeneracional. La medida, que aún debe ser convalidada por el Congreso, es fundamental para sostener el bienestar de millones de pensionistas, especialmente aquellos con ingresos más bajos.
Además, el papel que juegan las pensiones en la lucha contra la pobreza es crucial. Con estas reformas, el Gobierno reafirma su compromiso de reducir desigualdades y mejorar las condiciones de vida de los grupos más vulnerables. El aumento del 9 % en pensiones no contributivas y el IMV subraya este objetivo, mientras que el incremento de las pensiones mínimas contribuirá a cerrar la brecha económica en los hogares más afectados. En definitiva, se busca garantizar que los pensionistas puedan cubrir sus necesidades básicas con una mayor seguridad financiera.