El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha inaugurado este viernes las obras de mejora de los regadíos históricos en Villatoya y Alcalá del Júcar, con el propósito de preservar un legado agrario crucial para la región. Durante el acto, Martínez Lizán enfatizó la importancia de estas actuaciones al señalar que «preservamos un legado histórico, tradicional y etnográfico, que ha sido fundamental en la manera en que se ha cultivado, con un regadío mínimo en superficie, pero esencial para seguir generando riqueza y mantener la población en nuestros pueblos».
La inauguración de estas obras refleja la preocupación del Gobierno regional por ambos tipos de regadío, tanto extensivo como tradicional, que son representativos de la identidad de Castilla-La Mancha. Además, el Gobierno ha aportado un 90 por ciento de la inversión necesaria para llevar a cabo estas mejoras, lo que resalta su compromiso con la agricultura sostenible en la región.
En Villatoya, la comunidad de regantes ‘Los Manantiales’, que agrupa a 153 socios, gestiona aproximadamente 112 hectáreas. Por otro lado, en Alcalá del Júcar, la comunidad está compuesta por 283 socios y administra cerca de 160 hectáreas. El consejero agradeció a estas comunidades su empeño por optimizar el uso del agua en la cuenca del Júcar, donde «cada gota es clave para el desarrollo rural y la sostenibilidad».
Martínez Lizán también anunció que el Gobierno regional seguirá defendiendo los intereses de agricultores y ganaderos en la planificación hidrológica del Júcar, destacando que la última convocatoria de regadíos del año 2023 ha generado un notable interés. De los 68 expedientes aprobados, 48 están destinados a la mejora de regadíos tradicionales, con un presupuesto total de 4,3 millones de euros y una ayuda de 3,9 millones.
En total, más de 34 millones de euros han sido destinados por el Gobierno regional para ejecutar proyectos que permitirán modernizar y activar unas 22.000 hectáreas de regadío, beneficiando a más de 16.000 agricultores en toda la región. El consejero subrayó que la política de regadío en Castilla-La Mancha se basa en la eficiencia, la sostenibilidad y la rentabilidad, asegurando que se está llevando a cabo la mayor inversión en la historia de la región para garantizar el acceso al agua en el medio rural.
Actualmente, y gracias a la colaboración entre el Gobierno regional y el Gobierno de España, hay inversiones en marcha que suman un total de 250 millones de euros, beneficiando a más de 20.000 agricultores y afectando a 184.000 hectáreas. Martínez Lizán destacó que, aunque Castilla-La Mancha presenta uno de los índices de riego más bajos de España, cuenta con un 64,4 por ciento de regadío eficiente y sostenible, superior al promedio nacional, reafirmando que «el agua es vida» y esencial para el desarrollo económico y social de los pueblos.
Para alcanzar estos objetivos, el Gobierno regional está trabajando en un Plan Director de Regadíos que servirá de guía para la expansión y modernización de las superficies de riego. Durante la inauguración, el consejero estuvo acompañado por diversas autoridades, incluyendo a la alcaldesa de Villatoya y al alcalde de Alcalá del Júcar, así como representantes de las comunidades de regantes de ambas localidades.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
