Condena por los asesinatos de menores en Toledo

Toledo, 19 de agosto de 2024.- En un trágico fin de semana para la comunidad toledana, el delegado de la Junta en Toledo, Álvaro Gutiérrez, ha denunciado los asesinatos de dos menores, de 17 y 11 años, en las localidades de Otero y Mocejón. Durante un acto de repulsa, Gutiérrez manifestó su solidaridad con las familias y seres queridos de las víctimas, expresando su consternación ante una realidad tan desgarradora.

Participando en un minuto de silencio a las puertas de la Diputación de Toledo, el delegado calificó los hechos de "absolutamente trágicos". En sus declaraciones, insistió en el impacto emocional que estos crímenes generan en la comunidad y reiteró su apoyo a los vecinos de Otero y Mocejón. “Estamos consternados absolutamente, del lado de las familias, a su disposición”, subrayó.

En relación al asesinato del niño de 11 años en Mocejón, Gutiérrez se mostró especialmente conmocionado, cuestionando cómo alguien puede "quitarle la vida a un niño que jugaba con sus amiguitos en el campo de fútbol". Esta reflexión resuena con la frustración y el dolor compartido por muchos en la región, y llama a una acción decidida.

El delegado hizo un ferviente llamado a la Guardia Civil y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para que "localicen al asesino" y lo pongan a disposición judicial, instando a que se le imponga "todo el peso de la ley". Gutiérrez enfatizó la necesidad de una respuesta inmediata, no solo por justicia, sino también por el alivio que la resolución de estos crímenes podría significar para las familias afectadas.

Además, el delegado reflexionó sobre la importancia de la educación en valores fundamentales como la igualdad, resaltando que la crianza y la enseñanza en la juventud son cruciales para construir una sociedad más pacífica. “Lo que se aprende de pequeños no se olvida”, expresó, y subrayó la responsabilidad de las administraciones en la educación para ayudar a formar un futuro más seguro.

Gutiérrez compartió su empatía y apoyo con las familias afectadas, enviándoles “un abrazo enorme, toda nuestra fuerza, todo nuestro ánimo”. Su declaración concluyó con la esperanza de que la justicia actúe con rapidez y que se logre identificar y condenar a los responsables de estos hechos inaceptables.

La comunidad toledana se encuentra en duelo, y es en momentos como este cuando la solidaridad y el apoyo mutuo son esenciales para sanar las dolorosas heridas dejadas por la violencia. A medida que la investigación avanza, la demanda por justicia y la búsqueda de respuestas se convierten en prioridad para todos los afectados.

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