Toledo ha sido el escenario de la clausura de la Jornada ‘Nutrición, salud y sector agroalimentario’, un evento organizado por la Fundación Ortega-Marañón, la Fundación ASAJA y el Foro Interalimentario. En este contexto, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, subrayó la importancia del sector agroalimentario, no solo como un pilar de la economía, sino también como un elemento clave para la seguridad alimentaria y nutricional.
Martínez Lizán destacó el papel fundamental de agricultores y ganaderos, quienes generan alimentos no solo en cantidad, sino también con la calidad necesaria para asegurar una alimentación saludable para la población. En su discurso, hizo hincapié en el reconocimiento que debe otorgarse al sector por su contribución a la soberanía alimentaria en Europa, especialmente en tiempos en que esta cuestión adquiere mayor relevancia.
El consejero también solicitó a la Comisión Europea un marco financiero adecuado que aborde las necesidades específicas de Castilla-La Mancha, aludiendo a la importancia de las medidas de apoyo económico para el sector. Subrayó que estas políticas son esenciales y que el compromiso del Gobierno regional se mantiene firme en proteger y fortalecer el sector agroalimentario, garantizando alimentos de calidad y apoyando la vida en el medio rural.
Entre los productos mencionados por Martínez Lizán como activos naturales para la salud, se incluyen el ajo, la cebolla, el aceite de oliva, el queso manchego, el vino, las nueces y el azafrán. Estas opciones no solo son representativas de la dieta mediterránea, sino que también reflejan la identidad de la región.
El consejero reafirmó la apuesta del Gobierno por políticas que vinculen el sector agroalimentario con el consumo local y saludable, así como el apoyo a la producción ecológica y programas educativos en nutrición. El sector no solo tiene un impacto económico significativo, representando el 18% del PIB regional y más de un tercio de las exportaciones, sino que también aporta un valor social vital: la seguridad y calidad alimentaria.
Por último, Martínez Lizán concluyó que consumir productos de Castilla-La Mancha es una decisión que promueve la salud y la sostenibilidad, reafirmando el compromiso del Ejecutivo autonómico de incrementar la presencia de estos alimentos en hogares, comedores escolares y mercados internacionales, en un esfuerzo por construir una sociedad más saludable y un medio rural más robusto.
vía: Diario de Castilla-La Mancha