En el mundo de la belleza, ciertos cosméticos se mantienen como auténticos aliados a lo largo del tiempo, ocupando un lugar inamovible en el neceser de quienes los eligen. Expertas en cosmética, como Raquel González de Byoode y Mireia Fernández de Perricone MD, han acuñado el término «Taste in Ice» para describir esta conexión especial entre los consumidores y algunos productos, perdurando a pesar de las tendencias cambiantes.
Este concepto se fundamenta en una «memoria emocional» estética, donde los cosméticos se vuelven imprescindibles no solo por su eficacia, sino también por establecer un vínculo emocional con la piel. Raquel González explica que el «Taste in Ice» es una fidelidad consciente hacia aquellos productos que aportan resultados y confort, incorporándose en la identidad del consumidor.
Para alcanzar este estatus especial, los productos deben demostrar eficacia comprobada, ofrecer una textura agradable y transmitir seguridad. Marta Agustí, de Advanced Nutrition Programme, afirma que una experiencia sensorial positiva, junto con la efectividad del producto, se graba en la memoria del usuario.
Patricia Garín de Boutijour señala que la piel también tiene memoria. Independientemente de la edad o el entorno, hay fórmulas que la dermis reconoce como familiares. Esta conexión perdura en la memoria cutánea.
Entre los productos destacados se encuentra el Adzuki & Ragi Fantasy de Byoode, un exfoliante facial que, gracias al ácido fítico y la gluconolactona, mejora la textura y atenúa la pigmentación por 39 euros. También, la Photo-Brightening Moisturizer de Perricone MD, una crema que unifica el tono y aporta luminosidad con protección solar (SPF30), disponible por 82 euros.
El Crystal Retinal 10 de Medik8 es otro ejemplo, un suero que combate rápidamente las arrugas y la pigmentación por 110 euros. Finalmente, el Lotus Leaf Cleansing Gel de Boutijour, un limpiador antioxidante basado en extractos botánicos de Corea, se ofrece por 33 euros.
La búsqueda constante de confianza y fidelidad convierte a ciertos cosméticos en pilares de la rutina de belleza, cultivando una relación significativa y duradera entre el usuario y sus productos de cuidado personal.
