El BSR Puertollano se encontró ante una prueba de fuego en su búsqueda por la permanencia en la División de Honor del baloncesto en silla de ruedas, al recibir al Menarini Joventut en un duelo crucial. Con la presión a sus espaldas y la necesidad de sumar su primera victoria de la temporada, el equipo local no logró sobreponerse a la presión de un rival que se encontraba justo por encima en la tabla.
Desde el pitido inicial, el partido se planteó como una batalla intensa y reñida, con ambos equipos intercambiando canastas y manteniendo un marcador ajustado. El primer cuarto concluyó con una ligera ventaja para los visitantes, 16-17, lo que prefiguraba un encuentro equilibrado. Sin embargo, el Joventut aprovechó algunas tibiezas del Puertollano para aumentar su ventaja antes del descanso. A pesar de ello, el tercer cuarto fue testigo de la resistencia del AMIAB, que empató el cuarto en 18 puntos y permitió que la diferencia se mantuviera en un estrecho 50-55.
En el último cuarto, la superioridad del Menarini Joventut se hizo evidente, culminando el partido con un resultado de 65-76. Este resultado no solo dejó al Puertollano sin su tan anhelada victoria, sino que además lo situó en una posición crítica en la tabla, acercándose cada vez más al descenso.
El partido mostró momentos destacados del AMIAB, que tuvo un notable rendimiento en ataque con un 80 por ciento de acierto en tiros de dos puntos, además de convertir su único intento de triple. La entrega de los jugadores fue palpable, con tres de ellos disputando los 40 minutos completos del encuentro. Brox se destacó como el máximo anotador de los locales, sumando 22 puntos, seguido de Molina y Zavala. Por el lado del Joventut, Edgang se erigió como el líder anotador del duelo con 24 puntos.
A pesar de la derrota, el BSR Puertollano demostró una encomiable dedicación y esfuerzo en la cancha, dejando la impresión de que aún queda esperanza y que cada partido será una nueva oportunidad para buscar la redención en la difícil temporada que les ha tocado vivir.