El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, realizó una histórica visita oficial a Vietnam, la primera de un mandatario español al país asiático, en la que defendió con firmeza el libre comercio. Este alegato se enmarca en el contexto de las recientes medidas proteccionistas impuestas por Estados Unidos, que han elevado la preocupación sobre una posible escalada de tensiones comerciales a nivel global.
Durante su encuentro con el primer ministro vietnamita, Pham Minh Chinh, en Hanói, Sánchez enfatizó que «nadie gana en una guerra comercial». En su discurso, expresó que «todos perdemos, y quienes más sufren son los trabajadores y la clase media», una clara crítica a las acciones de la administración estadounidense que han derivado en aranceles que afectan significativamente a las economías globales.
Los aranceles recientemente establecidos por EE.UU. impactan directamente a Vietnam, que enfrenta un gravamen del 46%, mientras que España y el resto de la Unión Europea sufren tasas del 20%. Sin embargo, las cifras son aún más alarmantes para China, que, tras la visita a Vietnam, será el siguiente destino de la gira de Sánchez, enfrentándose a aranceles superiores al 104%. Ante esta situación, las autoridades vietnamitas han propuesto a Washington reducir o incluso eliminar estos gravámenes para buscar una solución negociada.
En su intervención, Sánchez también subrayó el compromiso mutuo de España y Vietnam con el multilateralismo como clave para abordar múltiples desafíos globales, desde la crisis climática hasta los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Hizo hincapié en que ambos países son «firmes defensores del libre comercio para lograr el desarrollo y la prosperidad de nuestros pueblos».
La reunión bilateral no solo fue una oportunidad para abordar temas comerciales, sino que también resultó en la firma de varios acuerdos de cooperación, especialmente en los ámbitos de agricultura y pesca, como un paso previo hacia una futura «asociación estratégica integral». Sánchez elogió el crecimiento económico de Vietnam en el contexto del 50 aniversario de su reunificación, mientras que el primer ministro vietnamita expresó su agradecimiento por la visita y visualizó una relación más estrecha entre ambos países.
La agenda de Sánchez en Hanói incluye reuniones con altos funcionarios, como el líder del Partido Comunista, To Lam, y el presidente del país, Luong Cuong. Culminará su visita con un homenaje en el Monumento a los Héroes y Mártires, además de una parada en el mausoleo de Ho Chi Minh, una figura emblemática en la historia de Vietnam.
El mensaje del presidente español se presenta en un momento de gran importancia para el comercio internacional, con Europa y Asia buscando alternativas ante las acciones de EE.UU. Tras su visita a Vietnam, Sánchez viajará a China para reunirse con Xi Jinping, fortaleciendo la estrategia de estrechar lazos con Asia como un contrapeso a las tensiones crecientes. La incertidumbre en torno al impacto económico de los aranceles persiste, pero, como advirtió el propio Sánchez, «los primeros perjudicados serán los ciudadanos de a pie».