El Club Deportivo Manchego enfrenta una profunda crisis interna que ha puesto en jaque su estabilidad. La situación se complica con la continuidad de Dani Giménez como entrenador, quien, a pesar de no haber presentado su renuncia, anticipa su despido dada la creciente presión y las tensiones generadas en torno a la gestión del club.
La plantilla del manchego se encuentra en una situación delicada tras la salida de varios jugadores en el presente mercado invernal. Matías di Gregorio, encargado de reforzar el equipo, se enfrenta a grandes retos en un ambiente que se ha tornado hostil, caracterizado por la falta de comunicación y decisiones centralizadas en un inversor que, a pesar de asegurar la viabilidad económica del club, ha tomado determinaciones que han generado incertidumbre entre los miembros del equipo.
La figura de José Juan Bedoya se alza como representante del proyecto, aunque la jerarquía del club parece difusa, con decisiones clave que escapan a su control. Dani Giménez, una voz crítica dentro del club, ha expresado su descontento con la manera en que se gestionan las decisiones, lo que ha alimentado un ambiente tenso. Tras el último partido contra Villarrubia, Giménez dejó entrever que su continuidad como entrenador era insostenible, sugiriendo que el control del club no reside en sus manos ni en las de otros dirigentes.
Aunque el entrenador reconoce el respaldo de figuras clave dentro de la institución, destaca las serias dificultades para llevar a cabo su trabajo en un entorno marcado por limitaciones y falta de coordinación en lo que respecta a los traspasos. Su decisión de no dimitir, pero anticipar un inminente despido, ha generado expectativa y preocupación entre los jugadores, quienes al abandonar el estadio Rey Juan Carlos I mostraron su descontento y temor ante un futuro incierto para el CD Manchego.
La inminente salida de Giménez, prevista para el próximo lunes, podría representar un punto de inflexión en la historia reciente del club, desatando un efecto dominó en la plantilla y en la estructura directiva. Mientras tanto, el futuro del CD Manchego sigue siendo objeto de especulación, en medio de una crisis que no parece tener un desenlace claro.
