El CD Manchego volvió a sentir el peso de la derrota en su visita al estadio San Miguel de Azuqueca, un partido que, desde el inicio, se proyectaba como un reto complicado. Las cosas comenzaron de manera incierta para ambas escuadras, con los locales creando la primera ocasión del encuentro, aunque sin lograr concretarla en el marcador. En respuesta, el Manchego intentó incrementar la presión y avanzó líneas con la esperanza de mejorar su rendimiento en el terreno de juego.
El primer tiempo se caracterizó por un juego equilibrado en el centro del campo, donde ni el Azuqueca ni el Manchego lograron destacarse significativamente. Sin embargo, la situación cambió justo antes del descanso, cuando Miller logró transformar un penalti, poniendo al Azuqueca en ventaja y dejando al Manchego con la necesidad de reaccionar en la segunda mitad.
Ya en el segundo tiempo, el Manchego se mostró más ambicioso y buscó igualar el marcador, apoyado también por la expulsión de Fabri, jugador del Azuqueca que dejó a su equipo con diez. A pesar de disponer de un hombre más en el campo, los visitantes no lograron concretar sus esfuerzos. La falta de sus dos goleadores más efectivos se sintió a lo largo del encuentro, dificultando la creación de ocasiones claras de gol.
A medida que avanzaba el tiempo, la frustración creció en el Manchego, que no solo se vio incapaz de igualar el marcador, sino que también se sintió físicamente agotado. Esta derrota supone un duro golpe para el conjunto de Ciudad Real, que ahora se encuentra en una situación delicada en la tabla. Con el Azuqueca superándoles en la clasificación, las preocupaciones aumentan en el seno del Manchego, que deberá estar atento a los resultados de las próximas jornadas si desea mantener vivas sus aspiraciones en la liga. El tiempo apremia y la presión se intensifica para un equipo que deberá trabajar arduamente para revertir su situación actual.