El Manzanares se presentó en su tercer encuentro amistoso de la temporada con el objetivo de mejorar tras las decepcionantes derrotas en la Copa Diputación. En esta ocasión, el equipo se enfrentó fuera de casa a la UD La Fuente, un rival de la Primera Autonómica, y logró un empate a un gol, marcando un punto de inflexión en su preparación.
El partido estuvo marcado por un equilibrio en el campo, con ambos equipos buscando controlar el juego y crear oportunidades. Durante la primera mitad, el intercambio de ataques fue constante, siendo Pablo Carballo quien se convirtió en el héroe del encuentro al marcar el único gol para los manzanareños. Su anotación no solo significó el primer gol en este amistoso, sino que también ofreció un impulso anímico significativo a un equipo que busca reencontrarse con su mejor versión.
Julián Alcolea, entrenador del Manzanares, implementó una táctica que combinaba una sólida defensa con oportunidades ofensivas. La elección de una alineación que mezclaba jugadores con experiencia y talento joven comenzó a dar frutos, sugiriendo que el equipo está en una fase de crecimiento.
Este empate se presenta como un aspecto positivo en la pretemporada del Manzanares, brindando a sus aficionados motivos para sentirse optimistas sobre el futuro del equipo. La capacidad de adaptación y la resiliencia mostradas en este partido podrían ser clave para el desarrollo de la temporada, sugiriendo que, tras la adversidad, el equipo está en camino hacia la recuperación y el refuerzo de su identidad en el campo.