Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha lanzado una fuerte crítica al Gobierno de Pedro Sánchez y ha manifestado su desacuerdo con la propuesta de financiación singular para Cataluña. Asegurando que dicha propuesta constituye un “cuponazo” que perjudica a las demás comunidades, Ayuso decidió cancelar su participación en una reunión que tenían programada para este viernes en La Moncloa.
La controversia no se limita a cuestiones económicas. Ayuso ha mencionado que también influyó en su decisión el reciente revuelo causado por las declaraciones de Sánchez, quien implicó a su pareja, Alberto González Amador, en un presunto caso de fraude fiscal. La presidenta ha calificado estas acusaciones de ataque personal y manipulaciones políticas para desacreditar su figura.
A pesar de la cancelación de la reunión, Ayuso ha confirmado que asistirá a la Conferencia de Presidentes, prevista para diciembre en Cantabria. Ha señalado que será una oportunidad para confrontar a Sánchez «delante de todos».
La decisión de no asistir a La Moncloa ha generado descontento entre otros presidentes autonómicos del Partido Popular, quienes sí han aceptado la invitación. Sin embargo, Ayuso se mantiene firme en su postura, argumentando que su ausencia es necesaria para no normalizar decisiones que considera perjudiciales para España.
En cuanto a las acusaciones que enfrenta su pareja, Ayuso ha restado importancia a la situación, tildándola de «inspección de Hacienda». A pesar de que el caso se encuentra en los tribunales por un supuesto fraude superior a 350.000 euros, la presidenta asegura que su pareja está actuando con transparencia y ha intentado regularizar su situación antes de que se formalizara legalmente.
Asimismo, Ayuso ha criticado duramente el manejo del caso por parte de Sánchez, acusándolo de utilizarlo como estrategia para atacar a su persona. Ante las afirmaciones del presidente sobre una posible conexión directa entre ella y el fraude, la líder del PP ha negado rotundamente tales insinuaciones.
Ayuso también ha expresado su firme oposición a la propuesta de financiación especial a Cataluña, que considera un apoyo a una región en detrimento del resto del país. Según sus declaraciones, esta medida es una manifestación del Gobierno de Sánchez de priorizar acuerdos con aquellos que, a su juicio, «odian a España». La tensión entre la presidenta madrileña y el Gobierno central parece intensificarse con cada nueva declaración, marcando un capítulo más en la compleja relación entre ambos.