Bryan Zaragoza continúa sin brillar en Balaídos, lo que plantea interrogantes sobre su futuro en el Celta. Tras su llegada como uno de los fichajes más esperados, con un historial que prometía mucho, el extremo malagueño se encuentra en una situación complicada. A pesar de sus evidentes habilidades para aportar velocidad y desborde al ataque, su tiempo en el campo ha sido limitado a menos de 60 minutos en las primeras jornadas de la temporada.
El entrenador Claudio Giráldez ha optado por una constante rotación en el equipo, lo que ha afectado directamente las oportunidades de Zaragoza. Para que el jugador pueda ser adquirido de manera definitiva, deberá acumular al menos el 70% de los minutos disponibles en las competiciones en las que el Celta participe esta temporada, además de que el equipo debe terminar entre los primeros once de la clasificación. Hasta ahora, el extremo solo ha jugado 144 minutos, lo que representa un 34% del tiempo total, dejando su futuro en el aire.
La mejor actuación de Zaragoza se produjo ante el Villarreal, donde demostró su capacidad tanto en la construcción del juego como en la presión alta, aunque su presencia en el once titular sigue siendo poco frecuente, lo que plantea dudas sobre su capacidad para cumplir con los requisitos establecidos.
Por otro lado, el Celta no se limita solo a la situación de Zaragoza. El club está en un operativo de renovaciones para consolidar su plantilla y asegurar la continuidad de su base. La renovación del entrenador Giráldez es una prioridad, con negociaciones en marcha para extender su contrato más allá de 2027. También se busca asegurar la continuidad de Marco Garcés, cuyo contrato finaliza el próximo año. Con un límite salarial de 91 millones de euros, el Celta apunta a mantener su núcleo, destacando a Marcos Alonso, cuya experiencia se ha convertido en un pilar fundamental para la joven plantilla.