El Observatorio Regional de Impacto de los Aranceles en Castilla-La Mancha ha convocado una reunión que se llevará a cabo antes del 1 de agosto. Esta iniciativa coincide con la fecha en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene previsto implementar un arancel del 30% sobre todos los productos provenientes de los países de la Unión Europea. La medida ha suscitado una creciente inquietud en la región, ya que podría tener un impacto significativo en el tejido empresarial local.
Patricia Franco, consejera de Economía, Empresas y Empleo, manifestó su preocupación ante los medios durante la reunión del Consejo de Economía Social de Castilla-La Mancha. Franco expresó su esperanza de que se logre un acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos que evite la entrada en vigor de estos aranceles, enfatizando que aún existe margen para la negociación.
La consejera también destacó la importancia de que la Unión Europea desarrolle un plan de respuesta. Afirmó que el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, junto a otros ministros europeos, está comprometido en buscar un acercamiento para mitigar la amenaza de estos gravámenes comerciales. Franco resaltó que un arancel del 30% sobre los bienes y servicios exportados por España a Estados Unidos tendría repercusiones negativas no solo para las exportaciones estadounidenses, sino también para las relaciones comerciales entre ambos territorios.
Franco reiteró el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha de apoyar a su tejido empresarial, el cual ha sido objeto de un análisis exhaustivo. En este sentido, se han convocado grupos de trabajo del observatorio regional para fortalecer la posición común del sector, alineándose con las medidas que se estén implementando a nivel nacional, en colaboración con el Instituto de Comercio Exterior (ICEX).
vía: Diario de Castilla-La Mancha