La esperada reunión finalmente se materializará este martes, cuando Alberto Núñez Feijóo y Edmundo González se encuentren en el Congreso de los Diputados. Desde su llegada a España, el líder opositor ha mantenido encuentros significativos, incluyendo una visita a la Moncloa para hablar con Pedro Sánchez y reuniones con los expresidentes Mariano Rajoy y José María Aznar. El retraso en la fotografía con González se debió a problemas de agenda, ya que Feijóo viajó recientemente a Grecia y Alicante. Esta cita tiene una importancia particular para el PP, ya que busca destacar la «soledad» del Gobierno ante la crisis venezolana, no solo en el ámbito nacional sino también europeo.
Feijóo ve una ventana de oportunidad para adelantarse al Ejecutivo y lograr que la Eurocámara ratifique su postura de reconocer a Edmundo González como el presidente legítimo de Venezuela. Además, quieren que la Corte Penal Internacional investigue los supuestos crímenes de Nicolás Maduro. Este martes, el Parlamento Europeo debate una resolución impulsada por el PP, que cuenta con el apoyo del Partido Popular Europeo y espera ganar más adhesiones para que prospere.
El líder del PP está convencido de que la propuesta será aprobada. Fuentes del PP en la Eurocámara aseguran que están en conversaciones con todos los grupos políticos para asegurar la victoria, desde los socialistas hasta liberales y conservadores de todos los matices. La aprobación de esta resolución, aunque no vinculante, representaría una victoria política significativa para el PP, especialmente después de que el Congreso de los Diputados ratificase su apoyo a González, desafiando así al PSOE y otros grupos de izquierda.
Como señala Diario de Actualidad, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha sido invitado al debate y su postura es crucial. Borrell, quien recientemente calificó el gobierno de Maduro como una «dictadura», parece alinearse cada vez más con el discurso del PP y la ministra de Defensa, Margarita Robles.
El Gobierno de Sánchez se enfrenta así a una doble presión si la Eurocámara avala la resolución del PP. Por el momento, el Ejecutivo ha evitado reconocer a González como presidente electo y se concentra en pedir la publicación de las actas y condenar la represión de Maduro, manteniendo un margen para una «solución negociada» antes de la toma de posesión en enero de 2025.
Desde Génova, advierten que no cesarán las presiones sobre Sánchez hasta que respalde su planteamiento sobre Venezuela. La situación se ha tensado aún más tras la detención de dos ciudadanos españoles en Venezuela, sobre la cual el PP denuncia falta de comunicación del Gobierno. La interlocución entre Génova y Moncloa en este asunto es prácticamente inexistente.
La resolución del PPE no se limita a reconocer a González como presidente legítimo. También insta a la UE a apoyar las investigaciones de la Corte Penal Internacional contra el régimen chavista y llama a los Estados miembros a emitir una orden de detención internacional contra Maduro por «crímenes contra la humanidad» y violaciones de derechos humanos. Se pide igualmente restablecer sanciones contra Maduro y su entorno cercano, incluyendo a Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela.
El PP ha convertido la crisis venezolana en uno de sus principales argumentos contra el Gobierno, junto con la inmigración y la financiación autonómica. Génova incluso ha sugerido retirar al embajador español en Caracas y romper relaciones diplomáticas con el régimen de Maduro, una propuesta lanzada por Esteban González Pons.
El tema continuará siendo un punto álgido en la política nacional. Esta semana, el Senado debatirá otra moción del PP para que la Cámara Alta también reconozca a González, iniciativa que saldrá adelante gracias a la mayoría absoluta del PP. Además, la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, revisará su pregunta al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para desafiarle a calificar el régimen de Maduro como una «dictadura», siguiendo el ejemplo de Robles y Borrell.
La presión sobre Sánchez y su Gobierno seguirá aumentando mientras el PP continúa utilizando la crisis venezolana como un caballo de batalla para ganar terreno político tanto en España como en Europa.