En el Congreso de los Diputados en Madrid, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reafirmado el compromiso de España de dedicar el 2% de su PIB a la seguridad y defensa, en línea con los acuerdos establecidos con la Unión Europea en 2014. Durante su intervención, Sánchez destacó que esta inversión no comprometerá el Estado del bienestar, en el marco de su informe sobre la situación geopolítica de la UE y las conclusiones del Consejo Europeo del 20 de marzo en Bruselas, centrado en la crisis de Ucrania.
El presidente enfatizó la necesidad de establecer una política común de seguridad y defensa en Europa, argumentando que es crucial asumir la responsabilidad de proteger tanto las fronteras como la infraestructura del continente. Sánchez reconoció que actualmente falta una estrategia conjunta en este ámbito y pidió superar las reticencias existentes. Anunció un incremento de inversión en seguridad de 10.000 millones de euros, acompañado por un aumento de 120.000 millones en servicios públicos y sociales.
Además, respaldó las propuestas de la Comisión Europea para reforzar la respuesta colectiva ante crisis como la guerra en Ucrania, mencionando el fondo SAFE Europe y otros mecanismos de financiación que serán definidos en el futuro. En cuanto a la creación de un Ejército Europeo, subrayó la importancia de realizar inversiones planificadas y conjuntas, resaltando la necesidad de prepararse frente a amenazas tanto digitales como físicas.
El Gobierno también está trabajando en la modernización del equipamiento militar y el fortalecimiento de las capacidades cibernéticas, buscando impulsar la industria de seguridad y defensa en España a través de un plan nacional que se lanzará antes del verano. Sánchez condenó los aranceles impuestos por Estados Unidos y presentó un plan nacional de contingencia para los sectores afectados, proponiendo diversificar relaciones comerciales y consolidar el Mercado Único Europeo.
Desde una perspectiva más amplia, el presidente abogó por una política exterior común centrada en el multilateralismo, promoviendo una mayor participación en políticas de desarrollo y apoyando las instituciones multilaterales. En conclusión, Sánchez cerró su intervención reiterando la disposición de España para impulsar la integración europea y enfrentar los desafíos globales de manera conjunta.