Un reciente atentado contra el ex presidente Donald Trump ha desatado una controversia sobre si fue real o una puesta en escena. El atacante, identificado como Thomas Matthew Crooks, estaba registrado como republicano en Pensilvania. Las imágenes muestran a Trump llevándose la mano al rostro tras escuchar un supuesto disparo, con el Servicio Secreto protegiéndolo y sangre en su rostro. Sin embargo, hay quienes cuestionan la autenticidad del ataque debido a varias inconsistencias en la escena.
El incidente ha tenido implicaciones políticas significativas, proyectando a Trump como víctima y héroe al mismo tiempo. Independientemente de la veracidad del atentado, ha puesto al ex presidente en el centro de la atención mediática y podría influir en la percepción pública y los resultados electorales. Esta situación plantea serias dudas sobre la seguridad de los candidatos y la veracidad de los eventos políticos.