En las recientes elecciones legislativas en Francia, el Nuevo Frente Popular se ha convertido en la fuerza política dominante al obtener 182 escaños en la Asamblea Nacional. Esta alianza formada por el Partido Socialista, el ecologista EELV, La Francia Insumisa y el Partido Comunista ha logrado superar al bloque macronista, que obtuvo 168 legisladores, y a la Agrupación Nacional, que quedó en tercer lugar con 143 escaños junto a sus aliados.
El Nuevo Frente Popular ha presentado un programa político enfocado en políticas económicas de carácter social, con medidas que buscan implementar una «ruptura» con los gobiernos anteriores. Entre las propuestas iniciales se encuentra la derogación de la reforma de las pensiones, el aumento del salario mínimo, la creación de viviendas sociales y el bloqueo de los precios de los artículos de primera necesidad, entre otras.
Además, este frente progresista tiene previstas medidas a medio y largo plazo, como la reforma del sistema de salud y educativo, el impulso de las energías renovables y la implementación de permisos menstruales en las empresas. Con estas propuestas, el Nuevo Frente Popular busca promover la igualdad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos franceses.