Desde el 24 de junio, Guadalupe ha dado un paso significativo en la mejora de la seguridad y la salud pública con la instalación de un desfibrilador externo semi-automático en la fachada de su oficina de turismo, junto al icónico Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. Este dispositivo se convierte en un recurso vital para brindar asistencia inmediata en casos de paradas cardiorrespiratorias, un riesgo que puede presentarse en espacios con alta afluencia.
La adquisición del desfibrilador se logró gracias a la colaboración solidaria de diversas instituciones. La Asociación Española contra la Muerte Súbita José Durán, destacada por su labor en prevención y concienciación, fue la encargada de realizar la donación. Esta iniciativa también contó con el apoyo de la ruta senderista solidaria Aarón, así como del Proyecto+Vida —una iniciativa de responsabilidad social empresarial de Almas Industries—. El Ayuntamiento de Guadalupe y Cardioforex, socio estratégico de Almas Industries en Extremadura, se unieron a esta acción para hacerla posible.
Situado en un lugar de alta visibilidad, el desfibrilador tiene como objetivo garantizar una respuesta rápida ante emergencias, especialmente en un destino turístico que recibe anualmente a más de 4 millones de visitantes, peregrinos y fieles. La importancia de contar con recursos de protección en estos espacios es clara, ya que su presencia puede ser determinante para la vida de los habitantes y turistas.
Nuño Azcona, CEO de Almas Industries, resaltó que “es fundamental que en estos lugares con tanta afluencia de personas podamos disponer de desfibriladores para actuar con rapidez ante una parada cardíaca”. La elección del lugar para el dispositivo representa un esfuerzo consciente por proporcionar una respuesta efectiva y inmediata, contribuyendo así a un entorno más seguro.
Este proyecto se enmarca en Proyecto+Vida, una iniciativa que ha trabajado desde 2013 en la cardioprotección de grandes eventos y espacios públicos en España. Entre sus logros, se incluye la protección en maratones y celebraciones populares, además de realizar campañas de sensibilización sobre reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso de desfibriladores. Este esfuerzo apunta a reducir las más de 30,000 muertes anuales en el país por paradas cardiacas.
La instalación del desfibrilador en Guadalupe fortalece una red creciente de espacios cardioprotegidos, cuyo objetivo es no solo salvar vidas, sino también educar y empoderar a la comunidad en la actuación ante emergencias. Este compromiso con la salud pública y la seguridad es un avance crucial para una comunidad que acoge a millones de visitantes, enfatizando la necesidad de invertir en la cultura de prevención y recursos que permitan una respuesta rápida frente a eventuales crisis.