En el Hospital Quirónsalud Bizkaia, un equipo de expertos en ginecología ha desarrollado un enfoque integral para el tratamiento del síndrome de ovario poliquístico (SOP). Según el doctor Ignacio Lobo, jefe del servicio de Ginecología, este síndrome no debe ser considerado una enfermedad en sí, sino un conjunto de síntomas reflejando un desequilibrio hormonal.
Una distinción primordial es la diferencia entre tener ovarios poliquísticos y padecer el SOP. Es posible que muchas mujeres presenten ovarios con múltiples folículos sin sufrir alteraciones hormonales. Para que el diagnóstico de SOP se confirme, deben presentarse irregularidades en el ciclo menstrual y en los niveles hormonales, diferenciando este síndrome de la simple presencia de ovarios poliquísticos.
El doctor Lobo señala que el SOP puede asociarse con un aumento de andrógenos, generando irregularidades menstruales, acné, hirsutismo, obesidad y alopecia. Resalta la importancia de no normalizar síntomas como la irregularidad menstrual extrema y la caída inexplicable del cabello, instando a las mujeres a buscar atención médica.
Para un diagnóstico preciso, se combinan la historia clínica, exámenes físicos, análisis hormonales y ecografías. En mujeres con ciclos menstruales irregulares, suelen observarse múltiples folículos inmaduros.
A pesar de las complicaciones potenciales asociadas al SOP, como problemas de fertilidad y desórdenes metabólicos, el doctor Lobo afirma que hay soluciones. Con tratamientos personalizados, las mujeres pueden llevar vidas saludables y activas. El tratamiento se adapta a factores como la edad, los síntomas y los planes familiares de las pacientes.
Se enfatiza la adopción de hábitos saludables, destacando el control del peso. «Normalizar el peso corporal puede mejorar la función hormonal», explica. Se aconseja reducir los carbohidratos refinados para potenciar la sensibilidad a la insulina y promover el ejercicio físico regular como clave para el equilibrio hormonal y metabólico.
Para las mujeres que desean concebir, puede ser necesaria la inducción de la ovulación. Además, cuidar el sueño y gestionar el estrés son esenciales. Esta perspectiva integral del SOP busca evitar etiquetas innecesarias y, sobre todo, prioriza el bienestar de las mujeres afectadas.