En el hogar, las cortinas de la ducha son un elemento que puede ser descuidado en las rutinas de limpieza, pero que requiere atención especial para prevenir la acumulación de hongos y bacterias. La constante humedad en el baño crea un ambiente propicio para el crecimiento de moho y otros microorganismos, lo cual no solo resulta antiestético, sino que también puede representar un riesgo para la salud de los habitantes de la casa.
Para mantener las cortinas de la ducha limpias, se recomienda retirarlas y lavarlas en la lavadora usando agua caliente y un detergente suave, añadiendo bicarbonato de sodio como abrasivo para eliminar manchas de moho y suciedad. También es útil agregar vinagre blanco durante el enjuague para desinfectar y neutralizar olores desagradables.
Además, se aconseja colgar la cortina para secar al aire después del lavado, evitando el uso de la secadora para prevenir daños en el material. Para prevenir la acumulación de moho entre lavados, se puede pulverizar una mezcla de agua y vinagre blanco una vez por semana y asegurar una adecuada ventilación en el baño para reducir la humedad.
En casos más severos de presencia de moho, se pueden utilizar limpiadores específicos con peróxido de hidrógeno o lejía diluida, siguiendo las instrucciones del fabricante y realizando pruebas en una pequeña área antes de aplicar en toda la cortina. Con estos cuidados y prácticas de limpieza, se puede mantener la apariencia del baño y proteger la salud de los residentes al reducir la exposición a posibles alérgenos y patógenos.