En un contexto de incertidumbre política en España, Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), muestra una actitud de cautelosa anticipación ante la posibilidad de elecciones anticipadas. La fecha de finalización del mandato del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, permanece incierta, y Feijóo se ha centrado en consolidar su partido como la alternativa política principal, independientemente de si las elecciones se celebran pronto o hasta 2027.
Durante la última reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, celebrada esta semana, Feijóo reflexionó sobre los retos que enfrentará el partido en 2025, a pesar de notable ausencias, como la del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El líder del PP se mostró crítico con la gestión gubernamental, subrayando los numerosos conflictos judiciales que, según él, deberían acortar el tiempo de permanencia del PSOE en el poder.
La estrategia de Feijóo se centra en preparar y fortalecer al PP, instando a sus miembros a estar listos para «servir a España en cualquier momento». A través de sus discursos, busca proyectar una imagen de unidad y determinación dentro del partido, a pesar de las tensiones internas y la complicada situación política del país.
Feijóo califica la gestión de Sánchez como un «carrusel judicial», cuyas constantes fricciones con sus socios de gobierno, a su juicio, agravan la ingobernabilidad y empujan al actual gobierno hacia la oposición. Además, no ha vacilado en acusar al gobierno de emplear estrategias desesperadas, como la invocación de la figura de Franco, tratando de desviar la atención de sus problemas legales y legislativos.
El líder del PP también criticó la decisión de Sánchez de conmemorar los 50 años de «libertad en España” tras la muerte de Franco, sugiriendo que tales actos parecen más dirigidos a fomentar la división que a promover una unidad nacional.
La oposición del PP no solo se limita a críticas sobre la gestión del gobierno, sino que incluye acusaciones de corrupción, percepción de acoso a los jueces y una anticipación defensiva ante posibles problemas judiciales. Con la vista puesta en 2025, Feijóo se ha propuesto reforzar la imagen del PP como la alternativa más sólida, en un año que prevé desafiante tanto para el gobierno de Sánchez como para la oposición.
Así, el PP bajo el liderazgo de Feijóo busca aprovechar las debilidades del actual gobierno, preparando el terreno para un posible cambio en el mapa político español. Con una visión de futuro, el partido intenta posicionarse como un símbolo de estabilidad y gobernabilidad, en contraste con lo que consideran una gestión marcada por el caos y la ineficacia.
