El acuerdo entre ERC y el PSC para la investidura en Cataluña incluye el reconocimiento de la región como nación y avances significativos en áreas clave como la política lingüística y la financiación autonómica. Este pacto, sujeto a la aprobación de la militancia de ERC, busca resolver el conflicto político mediante iniciativas concretas.
Uno de los puntos destacados del acuerdo es la creación de una conselleria específica para la política lingüística y la implementación del Pacte Nacional per la Llengua, con un presupuesto inicial de 200 millones de euros. Se garantizará el catalán como lengua de uso habitual en las administraciones públicas y se promoverá su uso en la educación y actividades extraescolares.
En términos de proyección internacional, se establecerá un cuerpo de acción exterior y se ampliará la red de delegaciones catalanas en América Latina y Asia. Se fortalecerá la presencia de Cataluña en diversas organizaciones internacionales, como la UNESCO y la Unión por el Mediterráneo, y se apoyará a las selecciones deportivas catalanas en competiciones internacionales.
Además, el acuerdo contempla medidas importantes en energía, recursos hídricos, transporte, vivienda y educación. Se impulsará l’Energètica para suministrar energía renovable y se construirán nuevas desaladoras. También se buscará mejorar la red de transporte ferroviario y promover políticas de vivienda y educación que garanticen el bienestar de la ciudadanía catalana.