Los pasajeros que tienen planeado viajar desde o hacia España pronto descubrirán que las restricciones en el equipaje de mano seguirán vigentes por un tiempo más. A pesar de las expectativas generadas el año pasado, el Gobierno español ha confirmado que el actual esquema de control para líquidos en las cabinas de avión continuará en vigor hasta que se implementen dispositivos adecuados para escanear estos elementos dentro de las maletas.
La noticia ha sorprendido a muchos, ya que el año pasado AENA había anunciado la posible relajación de esta normativa gracias a la introducción de escáneres en 3D capaces de inspeccionar con detalle el contenido del equipaje. Sin embargo, a partir del 1 de febrero, entra en vigor una nueva actualización del Programa de Seguridad Nacional de Aviación Civil que mantiene la obligación de presentar los líquidos en recipientes de hasta 100 mililitros, dentro de una bolsa transparente de un litro, para su revisión en los puntos de control.
¿Qué se considera líquido en los aeropuertos? La lista incluye desde perfumes, cremas, y champús hasta pasta de dientes, mermeladas y lociones. Se permite la inclusión de medicinas líquidas o dietas especiales que sean necesarias durante el viaje, siempre y cuando, idealmente, se cuente con una justificación médica. Los agentes de seguridad podrán solicitar la apertura de estos recipientes para su inspección, y su aprobación es determinante para poder llevarlos a bordo.
La promesa de la tecnología ha generado expectativas entre los pasajeros. Los nuevos escáneres en 3D, comparables a la tecnología de un TAC, han empezado a funcionar en algunos aeropuertos de Estados Unidos, sentando un precedente para su implantación en España. Los aeropuertos de Barajas en Madrid y El Prat en Barcelona serán los primeros en realizar pruebas. Se espera que, entre 2025 y 2026, esta tecnología llegue a otros importantes aeropuertos del país, como Palma de Mallorca, Málaga-Costa del Sol, Gran Canaria y Bilbao, entre otros.
¿Por qué se mantiene la norma? La decisión de posponer el cambio en la regulación sobre líquidos responde a la necesidad de garantizar la seguridad en los vuelos, mientras se espera el despliegue completo de los nuevos sistemas de escaneo. Aunque esta medida pueda resultar incómoda para los viajeros, desde la perspectiva de las autoridades, la precaución prima sobre la conveniencia.
En conclusión, los viajeros deberán armarse de paciencia y seguir ajustándose a las reglas sobre el transporte de líquidos en el equipaje de mano, al menos hasta que la tecnología prometida esté plenamente operativa en los aeropuertos españoles. Mientras tanto, es esencial estar al tanto de las actualizaciones y recomendaciones de AENA y las autoridades de aviación, para evitar contratiempos en nuestros desplazamientos aéreos.