En un desenlace amargo, la selección española de fútbol femenino se despidió de los Juegos Olímpicos de París 2024 sin medalla, al sucumbir por la mínima ante Alemania (0-1) en el partido por el bronce. A pesar de las grandes expectativas depositadas en el equipo, que llegaba como uno de los favoritos, los sueños de alcanzar el podio se esfumaron en el Groupama Stadium de Lyon.
El único gol del encuentro llegó en el minuto 65, a través de Giulia Gwinn, quien logró convertir un penalti sancionado tras una falta de la portera española, Cata Coll. A pesar de que España lo intentó hasta el final, incluso teniendo una oportunidad clave en el tiempo de descuento con un penalti ejecutado por Alexia Putellas, la guardameta alemana, Ann-Katrin Berger, se lució al detener el tiro, asegurando la victoria para su equipo.
Durante el choque, España mostró un claro dominio en el juego, manteniendo un 68% de posesión y disparando 14 veces, en contraste con las 7 oportunidades creadas por Alemania. Sin embargo, la falta de eficacia fue evidente, ya que las ocasiones más prometedoras, como las de Jennifer Hermoso y Aitana Bonmatí, no se tradujeron en goles, y el balón incluso se estrelló contra el travesaño en un par de ocasiones.
Desde el inicio del partido, las españolas se mostraron decididas a abrir el marcador, atacando con intensidad y poniendo presión sobre la defensa alemana. A pesar de varios disparos cercanos y algunas intervenciones destacadas de la portera Berger, la selección germana mantuvo su fortaleza defensiva y su capacidad para contrarrestar ataques, lo que eventualmente las llevó a la victoria.
El segundo tiempo se convirtió en un asedio constante por parte de España, que buscaba desesperadamente el empate. A pesar de los cambios tácticos implementados por la entrenadora Montse Tomé, el gol necesario nunca llegó. Así, el encuentro concluyó con la victoria de Alemania, dejando a España en una decepcionante cuarta posición.
Con la medalla de bronce como el premio que se escurrió entre sus dedos, la selección española se marcha de los Juegos Olímpicos con un amargo sabor de boca. A pesar del esfuerzo y el talento mostrado durante el torneo, la frustración de no haber podido culminar con éxito el último partido seguirá resonando en el equipo y sus aficionados.