El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su descontento tras la reciente Conferencia de Presidentes celebrada en Barcelona, destacando la ausencia de debate sobre la urgente cuestión de la financiación autonómica. Durante su intervención, el mandatario regional comparó la situación actual de España con un «puzle roto» que requiere ser recompuesto, haciendo hincapié en la falta de voluntad para explorar soluciones viables.
García-Page también puso de manifiesto su preocupación no solo por la falta de acuerdos, sino por el escaso interés en abordar este tema crucial. En sus declaraciones a la prensa, reveló que solicitó en dos ocasiones la elaboración de un calendario de financiación, proponiendo que el Gobierno ofreciera una base inicial para facilitar el diálogo y evitar lo que calificó como «diálogo de sordos».
El presidente castellanomanchego resaltó que la riqueza de la nación es un patrimonio colectivo y que la solidaridad contemplada en la Constitución debe traducirse en acciones concretas entre todos los ciudadanos. A su juicio, aunque la Conferencia fue convocada con dos asuntos en la agenda, la inclusión de más temas posteriormente demostró que el Gobierno se limitó a esos puntos originales.
García-Page defendió la importancia de incorporar la financiación autonómica desde el inicio, considerándolo esencial para que los encuentros no resulten estériles. A pesar de su decepción, reconoció que no anticipaba un acuerdo formal ni una votación, pero sí esperaba obtener algún tipo de «compromiso dialéctico», algo que no ocurrió tras una década de retrasos en el proceso. Recordó que en la última reunión presidencial en Santander se acordó discutir la financiación en un plazo de tres meses, un compromiso que, lamentablemente, nunca se ha cumplido.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
