La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha presentado un informe este lunes que analiza la evolución de la deuda de las comunidades autónomas en España. Según el estudio, las comunidades que enfrentan una mayor carga son Murcia, Cataluña, Castilla-La Mancha y, de manera destacada, la Comunidad Valenciana, cuya deuda supera el 40% de su Producto Interno Bruto (PIB).
Este informe examina la deuda autonómica desde 2003 hasta 2024 y llega en un momento en que el Gobierno y las comunidades están en negociaciones para gestionar hasta 83.000 millones de euros de deuda. Aunque todas las autonomías han experimentado un aumento significativo en sus niveles de deuda durante la crisis previa, Fedea señala que las diferencias en cifras absolutas entre ellas se han ampliado con el tiempo, aunque no en términos relativos.
Las comunidades menos endeudadas, en términos de su PIB, son Madrid, Canarias y las comunidades forales. En contraste, Castilla-La Mancha ha visto un incremento de casi trece veces su nivel de deuda desde 2003, mientras que Galicia ha experimentado un aumento aproximado del 100%.
El informe también destaca que, según la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), el déficit presupuestario de las comunidades autónomas ha disminuido considerablemente en 2024, situándose en el 0,12% del PIB nacional frente al 0,92% del año anterior. Este dato se aproxima al objetivo de estabilidad del 0,1%. Sin embargo, el ‘think tank’ advierte que estas cifras de déficit pueden ser «bastante engañosas», dado que gran parte del déficit de 2020 y 2021 fue resultado de un aumento de las transferencias extraordinarias del Estado a causa de la pandemia.
Fedea argumenta que la reducción de estas transferencias, junto con la estructura del Sistema de Financiación Autonómica (SFA), que implica entregas anticipadas y liquidaciones con un retraso de dos años, explica el aumento del déficit en los últimos dos años a pesar de la recuperación económica. Aunque los resultados de 2024 parecen positivos, Fedea enfatiza que, en realidad, son «no tan buenos como sugieren los datos brutos», ya que están impulsados por un rápido incremento de ingresos en un contexto de crecimiento robusto del PIB y una liquidación favorable del SFA, que corrige las bajas entregas anticipadas de 2022.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
