En un giro inesperado de los resultados, la unión de la izquierda ha logrado frenar el avance de la extrema derecha en la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia. Según las proyecciones del instituto demoscópico Ipsos, el Nuevo Frente Popular ha obtenido entre 172 y 192 escaños, superando a la coalición liderada por Emmanuel Macron y a la Agrupación Nacional de Marine Le Pen.
Las proyecciones de Ipsos y Ifop muestran un escenario de incertidumbre, ya que ninguna fuerza política ha alcanzado la mayoría absoluta de 289 escaños. Esto obliga al presidente Macron a negociar y buscar alianzas para poder gobernar eficazmente, incluso planteando la posibilidad de formar un gobierno en minoría.
El resultado inesperado ha sorprendido a analistas y ciudadanos, quienes ven en la unión de la izquierda un signo de esperanza, pero también plantea desafíos en términos de estabilidad y gobernabilidad en los próximos años en medio de una creciente polarización política y económica en Francia.