Se acerca un momento crucial para todos los contribuyentes españoles: la campaña de la declaración de la renta 2025. Desde el 2 de abril hasta el 30 de junio, los ciudadanos deben presentar su declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Este periodo se presenta como una oportunidad invaluable para revisar ingresos, gastos y deducciones que pueden ser determinantes para garantizar que ningún contribuyente pague más de lo necesario, o incluso que reciba una devolución adecuada.
A menudo, numerosos contribuyentes pasan por alto algunas deducciones que podrían beneficiar su declaración. Por ejemplo, los donativos realizados a organizaciones no gubernamentales (ONGs), partidos políticos y sindicatos son deducibles, al igual que las inversiones en startups y en el patrimonio histórico, tanto nacional como internacional. Es esencial prestar atención a estos conceptos, ya que pueden influir significativamente en el resultado final de la fiscalidad anual.
Además, las deducciones por vivienda, aunque bien conocidas, presentan su propia complejidad, variando considerablemente entre comunidades autónomas. Por ejemplo, los inquilinos que firmaron sus contratos antes del 1 de enero de 2015 pueden deducir un 10,05% de la renta siempre que su base imponible no exceda los 24.107,20 euros anuales. Asimismo, hay bonificaciones especiales para ciertos grupos, como jóvenes, personas mayores de 65 años, personas con discapacidad y familias numerosas, lo que puede suponer un alivio económico significativo. Por ello, un análisis detallado de cada situación particular es fundamental para maximizar las ventajas disponibles y reducir el riesgo de errores.
Por otro lado, los propietarios de viviendas que tienen hipotecas contratadas antes del 1 de enero de 2013 todavía disponen de la opción de aplicar la deducción eliminada para adquisiciones posteriores. Esta deducción permite desgravar un 15% de las aportaciones, con un límite de 9.040 euros por contribuyente. Además, aquellos que hayan llevado a cabo reformas para mejorar la eficiencia energética de sus viviendas también pueden beneficiarse de desgravaciones relacionadas con estos gastos, favoreciendo así un consumo más responsable y hogares más sostenibles.
En términos prácticos, la Agencia Tributaria ha establecido un calendario para facilitar el proceso de declaración. Desde el 2 de abril hasta el 30 de junio, se podrá presentar la declaración a través de internet. Quienes prefieran asistencia telefónica podrán acceder a este servicio del 6 de mayo al 30 de junio, siempre que soliciten cita previa entre el 29 de abril y el 27 de junio. La atención presencial se iniciará el 2 de junio, con citas disponibles desde el 29 de mayo.
Para solicitar asistencia, es muy sencillo: los contribuyentes solo necesitan acceder a la web de la Agencia Tributaria o llamar a los teléfonos habilitados. Prepararse con anticipación asegura no solo una declaración rápida, sino también la posibilidad de aprovechar al máximo todas las deducciones disponibles, evitando así las prisas de última hora que suelen conducir a errores costosos. En conclusión, revisar cuidadosamente cada dato y actuar con tiempo es, sin duda, la estrategia más efectiva en este próximo ejercicio fiscal.