El Celta de Vigo está en plena transformación, enfocándose en renovar los pilares fundamentales de su proyecto deportivo. En una movida estratégica, la presidenta del club, Marian Mouriño, se encuentra en negociaciones avanzadas para asegurar la continuidad del entrenador Claudio Giráldez, cuyo contrato podría extenderse hasta 2027. Desde mayo, Giráldez ha expresado su interés en prolongar su compromiso con el equipo, lo que reafirma su confianza en el rumbo que está tomando el club celeste.
Una vez consolidado el vínculo con Giráldez, la próxima prioridad para la directiva será garantizar la permanencia del director deportivo, Marco Garcés. A pesar de que existe la opción de una desvinculación a finales de este año, el objetivo es que Garcés se mantenga en su puesto hasta 2026. Su gestión ha sido clave en la implementación de una política de fichajes centrada en la sostenibilidad financiera y la integración de jóvenes talentos.
Bajo la dirección de Garcés, el Celta ha realizado movimientos en el mercado con impacto significativo, incluyendo los fichajes de jugadores como Borja Iglesias y Marcos Alonso. Estas incorporaciones no solo buscan mejorar la competitividad del equipo en LaLiga, sino también mantener un equilibrio económico que evite comprometer la estabilidad financiera del club. Además, las ventas estratégicas han generado ingresos importantes, permitiendo al Celta fortalecer su plantilla sin arriesgar su salud económica.
La renovada estrategia del Celta de Vigo refleja una clara intención de consolidar un proyecto a largo plazo que apueste por el talento local y la sostenibilidad, sentando las bases para un futuro prometedor.