La Granja Escuela Orea, ubicada a pocos kilómetros de Ciudad Real, es mucho más que un simple espacio dedicado a la granjería. Fundada hace 35 años por José Luis Sanz en lo que antes era una huerta propiedad de su padre, esta institución se ha convertido en un emblema de la cultura manchega y en un referente en la enseñanza de valores relacionados con la vida rural.
José Luis Sanz, actual director de la Granja Escuela Orea, recuerda con cariño los inicios de este proyecto, motivado por su deseo de ofrecer a la juventud una formación sólida en valores que considera fundamentales. El nombre ‘Orea’, que refleja las raíces familiares, da identidad a un espacio que ha acogido a miles de niños en campamentos de verano y durante el curso escolar, ofreciendo además actividades de ocio y turismo activo para los más pequeños.
Con cerca de mil animales, la granja recrea la vida tradicional manchega y permite a los niños de la ciudad experimentar un modo de vida más cercano a la naturaleza. A pesar de contar con una buena reputación, el director lamenta la falta de apoyo por parte de las administraciones en la conservación del ecosistema que han cuidado durante tantos años.
Jaime Sanz, representante de la segunda generación al frente de la Granja Escuela Orea, destaca la importancia de actualizar y adaptar la oferta educativa a los tiempos cambiantes. Las instalaciones ofrecen actividades que van desde tirolinas y escalada hasta tareas del campo, brindando a los niños una experiencia enriquecedora y divertida.
Además de los campamentos de verano, la granja recibe visitas escolares durante todo el año, generando un boca a boca que asegura la continuidad de la afluencia de alumnos. Las actividades hípicas son uno de los atractivos más destacados, contribuyendo no solo al entretenimiento de los visitantes, sino también al enriquecimiento de la comunidad de Ciudad Real.
El legado pedagógico de la Granja Escuela Orea se ha consolidado a lo largo de los años, con muchos de sus antiguos alumnos convirtiéndose en monitores y manteniendo un vínculo especial con el lugar. Las actividades ofrecidas garantizan una desconexión del mundo urbano y permiten a los niños tener su primer acercamiento a un entorno rural, proporcionando una experiencia educativa única y enriquecedora.
Con una trayectoria que se remonta a 1989, la Granja Escuela Orea sigue firme en su objetivo de educar en temas medioambientales, buenos hábitos y valores. El compromiso de esta institución es ofrecer bienestar y educación a todas las generaciones que han pasado por sus instalaciones, manteniendo viva la tradición y la enseñanza de valores en un entorno rural.
En resumen, la Granja Escuela Orea es mucho más que un lugar de enseñanza de la granjería; es un espacio donde se transmiten valores, se fomenta el respeto por la naturaleza y se brinda una experiencia educativa y enriquecedora para los niños de todas las edades. Sin duda, un emblema de la cultura manchega que perdurará en el tiempo.
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