La escena gastronómica madrileña está experimentando una revolución, destacando la cocina asiática como protagonista. Barrios como Chamberí, Malasaña o Salamanca se han convertido en epicentros de una tendencia que va más allá del sushi. Platos japoneses, coreanos y tailandeses, elaborados con técnicas ancestrales y presentaciones exquisitas, están conquistando a los paladares más exigentes.
Entre los locales que han logrado destacar, Torikey se ha consolidado como un referente. Ubicado en Chamberí, este restaurante ha sido recomendado por la actriz Úrsula Corberó en el podcast La Pija y la Quinqui. Su especialidad es el yakitori, una técnica japonesa que utiliza cortes específicos de pollo, desde el corazón hasta el cartillado, asados al carbón con un toque de marinado oriental.
Lo que hace único a Torikey es su compromiso con la autenticidad: el 80% de sus ingredientes provienen directamente de Japón, garantizando un sabor impecable. El chef Hiroshi Kobayashi, con más de dos décadas de experiencia en España, fusiona la tradición nipona con productos locales, creando una experiencia culinaria que sorprende en cada bocado.
El menú incluye desde sashimi de pollo hasta ramen con caldos profundos, pasando por bao y croquetas con un toque asiático. Los postres, como la torrija de té verde o el mochi en tempura, son el broche perfecto.
Con una valoración casi perfecta en Google, Torikey se ha convertido en un imprescindible para los amantes de la gastronomía japonesa. Situado en la Plaza del Descubridor Diego de Ordás, 2, su accesibilidad es notable, aunque reservar con antelación es clave.
Mientras tanto, la moda de los restaurantes asiáticos en Madrid sigue creciendo, demostrando que la capital no solo abraza la diversidad, sino que la eleva a nuevas alturas.
