En la noche del pasado martes, el Palacio de la Diputación de Ciudad Real se iluminó con los colores blanco y amarillo de la bandera del Vaticano como un gesto de respeto y homenaje a la memoria del Papa Francisco. Esta iniciativa busca honrar la figura del pontífice argentino, reconocido por su humildad, compromiso con la justicia social y dedicación a los desfavorecidos, cualidades que han resonado en millones de personas alrededor del mundo.
La Diputación Provincial se unió así a las numerosas muestras de condolencia que han surgido en todo el mundo tras la pérdida del Papa. Desde su elección en 2013, Francisco se ha consolidado como una de las voces más resonantes del siglo XXI, defendiendo incesantemente la paz y la dignidad humana en un contexto global cada vez más complejo.
Jorge Mario Bergoglio, quien se convirtió en el primer papa jesuita y latinoamericano, deja tras de sí un legado imborrable en la defensa de los derechos de los pobres, migrantes, víctimas de la trata y otros colectivos históricamente marginados. Su encíclica «Laudato Si’», publicada en 2015, hizo un llamado a una «conversión ecológica» a nivel global, transformando la forma en que la Iglesia aborda los desafíos ambientales. Asimismo, fue un pionero del diálogo interreligioso, logrando tejer puentes entre diferentes confesiones y promoviendo la misericordia por encima del juicio.
A lo largo de su pontificado, Francisco visitó más de 50 países, incluidas áreas de conflicto, campos de refugiados y barrios marginales, siempre con un carácter humilde y un estilo de liderazgo abierto que han marcado un nuevo capítulo en la historia contemporánea de la Iglesia católica.
Además de la iluminación simbólica del Palacio Provincial, durante los días de luto decretados a nivel nacional, las banderas en la balconada principal ondearán a media asta, adornadas con crespones negros. De este modo, Ciudad Real se une al duelo global y rinde un sentido tributo al legado perdurable del Papa Francisco.
vía: Diario de Castilla-La Mancha