El pasado lunes, un tren de Ouigo quedó detenido en las vías de tren, lo que generó una serie de incidencias que interrumpieron la circulación en la línea de alta velocidad entre Madrid y Andalucía. Según informes de Adif, el organismo público encargado de la infraestructura ferroviaria, el tren del operador francés perdió la conexión con los sistemas de señales y se detuvo en la vía, lo que provocó la detención en cadena de hasta cuatro trenes en un tramo de siete kilómetros.
Durante este parón, los trenes afectados continuaron requiriendo tensión de la catenaria para garantizar la comodidad de los pasajeros. Esta situación llevó a una saturación en la catenaria, provocando su ruptura sobre un tren del operador Avant de Renfe que se encontraba detrás del Ouigo, en un tramo de vía entre Los Yeles y La Sagra, en la provincia de Toledo.
Adif ha aclarado que, aunque el tren de Ouigo fue el origen de la incidencia, no se considera responsable directo, ya que la causa principal fue la demanda acumulada de electricidad por varios trenes parados en un mismo segmento. Ante estos sucesos, la entidad anunció que realizará trabajos de urgencia en el plazo de una semana para reubicar varios elementos de la catenaria en la zona, considerados «altamente sensibles», con el objetivo de reducir el riesgo de futuros incidentes relacionados con problemas en la catenaria, especialmente en el corredor Sur de alta velocidad.
Como parte de las medidas a implementar, los equipos de mantenimiento de Adif moverán entre 600 y 900 metros el seccionador de la catenaria. Esta acción busca evitar que un tren que necesite detenerse lo haga justo debajo de este componente esencial. Adif también defendió que la incidencia no está vinculada al estado de la catenaria, la cual fue revisada satisfactoriamente en mayo.
Cabe recordar que el 4 de mayo se registró un incidente similar, cuando la catenaria cayó sobre un tren de Iryo en la misma zona. En esa ocasión, el operador atribuyó la caída a un ‘enganchón’ con la catenaria, impidiendo un análisis inmediato por parte de Adif. Posteriormente, se concluyó que la caída en ambas ocasiones fue resultado de una sobretensión.
En relación a estos eventos, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, mencionó en una conversación informal que las máquinas de Ouigo presentan dificultades y que su mantenimiento es responsabilidad de Renfe, lo que provoca retrasos en la operación general. Sin embargo, Ouigo respondió que sus trenes no causaron la incidencia y reafirmó que la responsabilidad del mantenimiento recae en su propia empresa, contradiciendo así las afirmaciones de la ministra.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
