Íñigo Errejón, exdiputado y una figura prominente en la política española, ha anunciado su renuncia después de admitir “comportamientos machistas” en su partido. Esta decisión se produce en el contexto de graves acusaciones de violencia machista que han surgido en su contra. En un comunicado publicado recientemente, Errejón no reveló detalles específicos sobre los incidentes, pero mencionó la tensión que ha marcado su vida pública y la “contradicción entre el personaje y la persona”. Sin embargo, su mensaje no incluyó disculpas explícitas hacia las mujeres afectadas.
La renuncia de Errejón sigue a la denuncia presentada por la actriz Elisa Mouliaá, quien relató detalladamente en la Comisaría Central de Madrid una serie de incidentes preocupantes de acoso y control por parte del exdiputado durante una fiesta. Según su testimonio, Mouliaá fue llevada a la fuerza a una habitación donde Errejón, tras cerrar la puerta, comenzó a besarla sin su consentimiento. Asimismo, la actriz describió un comportamiento controlador por parte de Errejón, quien impuso reglas y le exigió que no se alejara de él a lo largo de la noche.
Este caso ha suscitado una fuerte reacción pública, desatando un intenso debate sobre la responsabilidad de los líderes en situaciones de abuso de poder. El partido Sumar, del cual Errejón fue parte, se ha expresado sobre la necesidad de fomentar la responsabilidad y la ética en la política. La formación destaca que el reconocimiento por parte de Errejón de sus conductas es un punto de inflexión en su carrera y en los valores que defienden. Si bien la estructura del partido ha recibido su renuncia, la ausencia de disculpas directas en su comunicado ha generado críticas tanto en el ámbito político como entre los afectados.
Con esta situación, Errejón concluye un ciclo marcado por su prominente papel en la izquierda española en medio de un debate más amplio sobre la conducta y la ética en la esfera pública. Ante estos acontecimientos, el partido Sumar ha reafirmado su compromiso con la igualdad de género y la protección de las víctimas, subrayando que no tolerará acciones que puedan menoscabar la confianza en sus representantes.