En una destacada visita que pone de relieve la importancia del desarrollo local y la innovación en el sector agroalimentario, el presidente de la Diputación de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde, ha recorrido las instalaciones de la renovada bodega Casalobos, situada en el pintoresco municipio de Picón. Acompañado por líderes locales como el alcalde de Picón, Rafael Rodríguez Hervás, y el alcalde de Porzuna, Carlos Villajos, Valverde vivió en primera persona el esfuerzo transformador llevado a cabo en este enclave vitivinícola.
Durante su visita, Eloísa López, al frente de la bodega, y la enóloga Fernanda Vázquez compartieron las innovaciones implementadas, resaltando cómo la tecnificación y el respeto por el entorno natural han sido claves en la revitalización de Casalobos. Valverde destacó la capacidad de la bodega para actuar como motor económico y turístico en la comarca, señalando su modelo como un ejemplo de cómo la calidad y la innovación pueden colocar a un proyecto enológico en el mapa del sector.
En los últimos años, Casalobos ha realizado inversiones significativas en la restauración de sus instalaciones y viñedos, centrándose en variedades de uva como tempranillo, syrah, cabernet sauvignon y petit verdot. Además, se ha iniciado el trabajo con uvas blancas, con la intención de integrar gradualmente a proveedores locales que ofrezcan materias primas de excelente calidad.
Una de las innovaciones más destacadas en Casalobos es la utilización de sistemas de aire comprimido para procesar la uva, un método que evita la entrada en los contenedores, mejorando tanto la seguridad como la pureza del proceso. Esta tecnología reduce los riesgos laborales y asegura una extracción más cuidadosa y controlada de la fruta, lo que, según Vázquez, se traduce en un producto final de mayor calidad.
Las instalaciones de la bodega han sido modernizadas para incluir depósitos refrigerados, prensa hidráulica y diversas opciones de almacenamiento, que abarcan desde tinajas de barro hasta barricas de origen francés y americano. Todos estos factores contribuyen a la creación de una variada gama de vinos.
Más allá de la producción vinícola, la finca se sitúa en un entorno caracterizado por un microclima especial y suelos volcánicos, que aportan características únicas a sus productos. Aromas de tomillo, jara y romero enriquecen el carácter de los vinos elaborados en Casalobos, un aspecto que Vázquez subraya como integral al perfil distintivo del lugar.
Durante la visita, los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar los vinos de la casa, incluyendo un viognier ecológico y un tempranillo ensamblado con syrah, ambos con previsión de entrada al mercado entre 2026 y 2027. Casalobos también ha ampliado su producción a miel y aceite de oliva de la variedad cornicabra, reafirmando su compromiso con la sostenibilidad local.
Esta visita a Casalobos no solo resalta el avance tecnológico y el compromiso con el entorno, sino también el potencial de las iniciativas locales para impulsar el desarrollo económico y turístico de la región.
vía: Diario de Castilla-La Mancha

