La Guardia Civil del Destacamento de Tráfico de Ocaña realizó un control de velocidad en un esfuerzo por prevenir excesos que pongan en peligro la Seguridad Vial. Durante esta operación, llevada a cabo a principios de mayo, se detectó a un conductor circulando a 163 km/h en un tramo de la carretera A-4 donde la velocidad máxima permitida es de 60 km/h. El hecho tuvo lugar en el kilómetro 52,900 de la vía de servicio, en Ontígola, Toledo.
El vehículo, que era ocupado únicamente por el conductor, fue interceptado en el kilómetro 36 de la autovía A-4 por una patrulla. Al ser identificado, se le comunicaron los detalles del incidente y la velocidad registrada por el cinemómetro. El individuo fue notificado de que iba a ser investigado como presunto autor de un delito, conforme al artículo 379.1 del Código Penal, que penaliza la conducción a velocidad excesiva.
Este artículo tipifica como delito la conducción de un vehículo a motor o ciclomotor a una velocidad superior a la permitida en carretera interurbana, en este caso con un exceso de 80 km/h. Las consecuencias legales para tales infracciones pueden incluir penas de prisión de 3 a 6 meses, multas de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de entre 31 y 90 días. Además, el infractor podría enfrentar la privación del derecho a conducir durante un periodo de 1 a 4 años.
Las diligencias correspondientes han sido gestionadas por la Unidad de Investigación de Siniestros Viales del Subsector de Toledo, conocido como EIS de Ocaña, y ya han sido presentadas ante el Juzgado de Instrucción de Guardia de Ocaña.
vía: Diario de Castilla-La Mancha