La Comunidad de Madrid ha anunciado su presupuesto para 2025, el cual ha suscitado controversia debido a la priorización de una subvención de 1,7 millones de euros a la Fundación Toro de Lidia en detrimento de las ayudas a museos nacionales emblemáticos como el Prado, el Reina Sofía y el Thyssen, que dejarán de recibir los 150.000 euros anuales que la administración regional les otorgaba hasta ahora. Este recorte de fondos, que suma un total de 450.000 euros, ha despertado críticas en el ámbito político y cultural, al considerarse un golpe directo a instituciones que han contribuido al prestigio cultural y turístico de la capital.
El Ejecutivo regional, liderado por Isabel Díaz Ayuso, sostiene que estas modificaciones en el presupuesto se basan en un modelo de gestión que prioriza proyectos específicos en lugar de subvenciones directas. A pesar de estas justificaciones, la oposición ha respondido con vehemencia, acusando al Gobierno regional de mostrar una falta de compromiso con la cultura y de favorecer intereses ideológicos, al desviar recursos significativos de las iniciativas culturales hacia la tauromaquia.
El consejero de Economía, Rocío Albert, defendió la inclusión de la subvención a la fundación taurina, argumentando que la tauromaquia forma parte de la identidad cultural española y que su preservación es esencial. La Fundación Toro de Lidia había recibido ya 1,5 millones de euros en 2024 a través de un convenio, y ahora contará con esta nueva partida propia. Sin embargo, el cambio de competencias respecto al manejo de estos fondos —de Cultura a Medio Ambiente— ha generado dudas sobre la transparencia y la coherencia en la administración de los recursos públicos, lo que ha añadido un nuevo nivel de polémica al debate.
Con la eliminación de las ayudas a los museos, que históricamente han recibido apoyo de la Comunidad de Madrid, se evidencia un cambio significativo en la política cultural de la región. Aunque los museos quedan ahora dentro de las partidas de Turismo, muchos sectores consideran que esta clasificación es insuficiente y que solo contribuye a debilitar la oferta cultural general de la región. Críticos sostienen que el nuevo enfoque pone en riesgo el patrimonio cultural de Madrid al reducir el apoyo a las instituciones que lo representan.
La decisión de recortar fondos culturales para redirigirlos a la tauromaquia ha desatado un amplio debate sobre el futuro de la cultura en la Comunidad de Madrid y ha puesto de relieve la creciente polarización en torno a inversiones y prioridades culturales en el contexto político actual.