La reciente crisis en el Gobierno español, provocada por un contrato militar entre el Ejecutivo y empresas israelíes, ha elevado las tensiones internas de manera significativa. La coalición entre el PSOE y Sumar enfrenta su mayor desafío desde el inicio de la legislatura, especialmente tras la decisión de adquirir munición de Israel. Izquierda Unida (IU), un integrante clave de la alianza de izquierdas, ha intensificado sus críticas y solo contempla dos opciones para resolver la situación: forzar la salida de Sumar del Gobierno o conseguir que el PSOE anule el pacto con Israel. Aunque la posibilidad de que IU abandone la coalición no está completamente descartada, no es una opción considerada en este momento, según fuentes de la formación.
El secretario general del PCE y portavoz de IU en el Congreso, Enrique Santiago, ha manifestado que se están considerando todos los escenarios posibles ante la creciente división en el seno del Ejecutivo. A pesar de ello, IU ha decidido no seguir el camino de Podemos, que se retiró de Sumar en diciembre de 2023. En su lugar, la estrategia de IU se centra en exigir una reunión urgente con sus socios, con el fin de lograr una postura unificada que ejerza presión sobre el PSOE para que revoque el contrato.
IU ha conseguido en el pasado que su discurso antimilitarista se escuche en debates cruciales, como el relativo al rearme promovido por la Unión Europea, donde logró que Sumar se distanciara del PSOE, gracias a su colaboración con aliados como Compromís y la Chunta Aragonesista. Ahora, la formación liderada por Antonio Maíllo intenta replicar esa influencia, denunciando que el Ministerio del Interior ha adquirido armamento a Israel en contravención de lo pactado entre los socios del Gobierno y en desacuerdo con el clamor popular en apoyo a Palestina.
Por otro lado, la postura de Sumar ha sido más cautelosa. Fuentes cercanas a la vicepresidenta Yolanda Díaz subrayan que las reuniones entre los socios son habituales y minimizan la gravedad de la crisis, afirmando que el Gobierno «goza de muy buena salud». A pesar de esto, Podemos, que ya no forma parte de la coalición, ha arremetido contra el Ejecutivo, acusándolo de ser «colaboracionista del genocidio» en Gaza, según declaraciones de Ione Belarra.
Las tensiones actuales no solo surgen de diferencias ideológicas, ya que el antimilitarismo es un pilar histórico de IU, sino también de la competencia por el espacio político a la izquierda del PSOE. Es notable que IU, que tradicionalmente ha mantenido un discurso moderado dentro de la coalición, haya adoptado un tono más confrontativo ahora que promueve la reconciliación entre fuerzas para impulsar la continuidad del Gobierno.
En el Palacio de Moncloa, las críticas de IU son atribuidas a un supuesto «desconocimiento» de los esfuerzos infructuosos del Ministerio del Interior por cancelar el contrato, que había sido desaconsejado por la Abogacía del Estado. Un acuerdo de apenas 5,5 millones de euros ha desencadenado una tormenta política que podría alterar los equilibrios en la legislatura. Mientras IU exige acciones concretas para resolver la situación, Sumar busca contener el conflicto, y el PSOE se enfrenta a las presiones internas y compromisos internacionales en una crisis que amenaza con intensificarse.