Jesús Calleja ha hecho historia al convertirse en el tercer español en viajar al espacio, un logro que cumplió un sueño de infancia al alcanzar la línea de Kármán a bordo del cohete New Shepard de Blue Origin. El presentador leonés despegó la mañana del martes, llevando consigo la emoción y la ilusión que había atesorado desde que era niño, cuando su pasión por la exploración espacial comenzó con una simple hucha en forma de cohete.
Aunque el despegue se retrasó 20 minutos, la expectativa no se vio mermada. Desde la cápsula, Calleja tuvo la oportunidad de observar la delgada atmósfera terrestre que permite la vida y reflexionó sobre la fragilidad de nuestro planeta. “La atmósfera que permite la vida es tan fina que debemos protegerla”, afirmó, enviando un poderoso mensaje de concienciación.
Junto a Calleja viajaba su amigo y cámara, Emilio Valdés, quien había documentado numerosas aventuras del aventurero a lo largo de los años. Valdés no escondió su emoción al ver a Calleja flotar en la ingravidez. “Repetiría mañana mismo”, expresó, reflejando la conexión especial entre ambos y la intensidad de la experiencia que compartieron con los espectadores.
El viaje, más allá de ser una hazaña personal, fue también una contribución significativa al ámbito científico. Blue Origin se encargó de monitorizar a Calleja durante toda la misión, registrada para obtener datos valiosos sobre lo que sucede con el cuerpo humano en el espacio. Estos resultados se enviarán a universidades y agencias como la NASA, subrayando que las misiones espaciales turísticas pueden brindar información relevante para la ciencia.
La cobertura del evento en Telecinco fue un éxito rotundo, con un 16% de cuota de pantalla y más de 1.7 millones de espectadores siguiendo cada momento del lanzamiento. Las redes sociales se inundaron rápidamente de comentarios entusiastas, mientras un vídeo compartido por Blue Origin donde Calleja exclamaba “este planeta azul es maravilloso” se volvió viral, generando una oleada de memes y reacciones humorísticas.
El viaje de Jesús Calleja al espacio se convierte así en un símbolo de emoción, aventura y reflexión sobre la importancia de proteger nuestro planeta. Su hazaña no solo conquistó el espacio, sino que inspiró a millones a mirar hacia el cielo y a pensar en la fragilidad de lo que nos rodea, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva.