En medio de un comienzo de temporada complicado para el Girona, que ha sufrido tres derrotas consecutivas, surge la figura de Joel Roca, un canterano de 20 años que se ha convertido en una de las pocas buenas noticias del equipo. A pesar del desandar general del club, Roca ha brillado en el sub-21 y se ha ganado el reconocimiento en Montilivi, donde se estima que su valor en el mercado podría superar al de su compañero Dovbyk.
La situación actual del Girona es crítica, con la necesidad urgente de sumar puntos. A pesar de las dificultades y la llegada de nuevos fichajes como Bryan Gil, Yangel Herrera y Vanat, que aún están en proceso de adaptación, Roca ha destacado al ser el único jugador que ha disputado los 270 minutos en lo que va de liga. Su rendimiento en la fase ofensiva ha sido clave, anotando el único gol del equipo en los tres partidos jugados hasta la fecha.
En la selección sub-21, Roca también ha demostrado su valía tras anotar un gol en la victoria 3-1 contra Kosovo, lo que ha elevado las expectativas sobre su futuro. Su próximo compromiso será frente a Finlandia, y su crecimiento se sigue de cerca con gran interés.
La irrupción de Joel Roca ha sembrado un halo de esperanza en Girona, especialmente por su proyección futura. Aunque se le menciona en comparación con Dovbyk en términos de valor, es su talento y su trayectoria lo que ha captado la atención. Roca, criado en la cantera del club, regresa a Montilivi tras un exitoso paso por el Mirandés, más maduro y con un lugar consolidado en el primer equipo.
Con su progresión, no solo se espera que Roca se convierta en un pilar del equipo, sino que también podría ser una de las grandes ventas del club en un futuro cercano, lo que añade a la ya creciente emoción en torno a su desarrollo.