La sumillería de Castilla-La Mancha ha vuelto a brillar en el panorama nacional gracias a la destacada actuación de dos de sus representantes, Juan Enrique Gil y Diego Ortega. Ambos han conseguido colocarse entre los diez mejores sumilleres de España durante la 30ª edición del Campeonato de España de Sumilleres Tierra de Sabor, que se llevó a cabo los días 9 y 10 de abril en el Salón Gourmets de IFEMA, en Madrid.
En este certamen de renombre, que reúne a los especialistas más destacados del país, también participó Raúl Valencia, quien se clasificó en tercera posición en el campeonato regional. Esto ha permitido consolidar la presencia de Castilla-La Mancha en este evento, significativo para la promoción de la cultura del vino en la comunidad autónoma.
La competición, organizada por la Unión Española de Sumilleres (UES) y patrocinada por Tierra de Sabor, contó con la participación de 51 sumilleres de todo el país, seleccionados previamente en competencias autonómicas. Este evento no solo resalta la excelencia profesional, sino que también valora el talento y la formación de los mejores sumilleres españoles en el ámbito del vino y el servicio.
Tanto Juan Enrique Gil como Diego Ortega lograron su clasificación al destacar en el X Concurso Mejor Sumiller de Castilla-La Mancha, celebrado el 17 de marzo en la Vinícola de Castilla, ubicada en Manzanares, una bodega del grupo Bodegas y Viñedos de la Familia Bellido. Durante este certamen regional, organizado por la Asociación de Sumilleres de Castilla-La Mancha y Amigos del Vino, ambos demostraron su pericia a través de pruebas teóricas, catas, maridaje y decantación.
En la edición nacional, los participantes enfrentaron una rigurosa fase eliminatoria, que incluyó un examen teórico, una cata escrita, identificación de productos, una prueba sorpresa y diversas masterclass dirigidas por expertos del sector. Este exigente formato buscó filtrar a los mejores, quienes finalmente recibieron un diploma acreditativo en reconocimiento a su sobresaliente desempeño.
El reconocimiento obtenido por Juan Enrique Gil y Diego Ortega no solo representa un hito en su trayectoria profesional, sino que también subraya el alto nivel de la sumillería en Castilla-La Mancha, reafirmando su relevancia en el sector vitivinícola español.