Esquerra Republicana (ERC) ha lanzado una campaña en Cataluña con el lema «En Cataluña, sueldos europeos», proponiendo un salario mínimo interprofesional (SMI) específico para la región. Esta iniciativa busca establecer un SMI catalán de 1.420 euros mensuales, en contraste con los 1.184 euros actuales en el resto de España. La propuesta ha sido llevada al Congreso de los Diputados en forma de proposición no de ley (PNL) y cuenta con el respaldo de Laura Pelay, exdirigente de UGT.
Una de las razones de esta propuesta es el elevado coste de vida en Cataluña, particularmente en ciudades como Barcelona, donde los precios de la vivienda han incrementado los gastos básicos en un 82%, según estudios mencionados por ERC. La campaña sostiene que el nuevo SMI se alinearía con el artículo 4 de la Carta Social Europea, que establece que este debe ser el 60% del salario medio.
ERC no solo se ha dirigido al Congreso, sino que también busca movilizar a los ayuntamientos catalanes, promoviendo mociones locales para sumar apoyos y presionar al Gobierno central. Isaac Albert, portavoz adjunto de ERC, argumenta que «si no suben los sueldos, los trabajadores catalanes se empobrecen cada día».
Sin embargo, la propuesta ha generado críticas, incluso dentro del propio independentismo. Críticos dentro del partido han señalado que ERC ha gobernado la Generalitat durante más de una década sin abordar esta cuestión antes. Algunos han cuestionado la disparidad salarial entre los políticos y los trabajadores, sugiriendo que los líderes deberían considerar reducir sus propios sueldos.
El expresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha sido un rostro visible de la campaña, destacando que «la manía de la unidad de España» ha impedido ajustar el SMI al coste de vida catalán. Pelay, con una sólida trayectoria en UGT, se presenta como una figura clave en esta iniciativa, aunque su historial también cuenta con episodios polémicos, como su salida de la Conselleria de Salud en 2020 tras tensiones internas.
La propuesta de un SMI catalán plantea un nuevo desafío político, tanto frente al Gobierno central como ante partidos como el PP y Vox, que han rechazado medidas similares en el pasado. ERC confía en que la presión social y municipal logre impulsar un cambio significativo.
La discusión sobre equidad salarial y el alto coste de vida en Cataluña continúa, mientras trabajadores y sindicatos esperan que la campaña de ERC se traduzca en avances concretos en la realidad cotidiana de los ciudadanos.