En el marco del proyecto de inclusión socioeducativa ‘Sed de Verano’, numerosos jóvenes participaron la mañana de este jueves, 1 de agosto, en la recolección de productos autóctonos de La Mancha en el Aula Agrícola de Alcázar de San Juan, ubicado en el recinto del Bosque de la Vida. En esta actividad, los participantes recolectaron cebollas, calabacines, tomates, pepinos y pimientos, cultivados durante el invierno. La iniciativa no solo sirvió para aprender sobre los procesos de producción agrícola, sino también sobre el medio ambiente, la alimentación saludable y el uso racional del agua en los cultivos.
Este esfuerzo educativo y sostenible es resultado de la colaboración entre las concejalías de Agricultura y Medio Ambiente de Alcázar de San Juan, respaldada por la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. El Aula Agrícola, situada en una hectárea del Bosque de la Vida, ofrece un espacio para que escolares y otros grupos puedan conocer y participar en el cultivo de productos típicos de La Mancha.
Hasta la fecha, alrededor de 320 escolares y personas con patologías de salud mental, a propuesta de la concejalía de Servicios Sociales y del Área de Salud Mental de la Gerencia de Atención Integrada Mancha Centro, han participado en las actividades del Aula Agrícola.
El proyecto, denominado ‘Somos lo que comemos’, tiene como propósito explicar cómo los cultivos y productos autóctonos han influido en la actividad económica y los usos sociales del entorno. Pedro Noblejas, concejal de Medio Ambiente, señaló cómo el cultivo de cereales moldeó el paisaje y la actividad económica de la región en el siglo XVII. También hizo hincapié en la estrecha relación entre la alimentación y la salud, destacando la necesidad de reducir el uso de agroquímicos o pesticidas. «Lo que queremos es tener alimentos sanos, porque queremos tener personas sanas», afirmó Noblejas.
Los productos cultivados y recolectados en el Aula Agrícola están destinados a asociaciones sin ánimo de lucro, bancos de alimentos, personas en situación de necesidad o residencias de ancianos, cumpliendo también un fin social. Noblejas hizo un llamado a la ciudadanía para que no recojan los productos de esta zona para uso personal, subrayando la importancia de la responsabilidad y la solidaridad con quienes más lo necesitan.
Este proyecto es una prueba de que la educación, la sostenibilidad y la solidaridad pueden ir de la mano para crear un impacto positivo en la comunidad.
Fuente: Ayuntamiento de Alcázar de San Juan.