En los últimos días, la apacible localidad de Borgomanero, al norte de Italia, se convirtió en el epicentro de la colaboración deportiva europea al albergar la segunda reunión presencial del proyecto Erasmus+ «Basketball KTN». Este evento, llevado a cabo el 22 y 23 de octubre, reunió a representantes de cinco países: España, Grecia, Serbia, Ucrania e Italia, con el objetivo de impulsar la inclusión social a través del baloncesto.
La agenda de trabajo incluyó intensas sesiones de intercambio donde se presentaron los avances y la evolución de las diferentes tareas asignadas a cada socio del proyecto. Se definieron nuevos procedimientos y se discutieron las responsabilidades, estableciendo un cronograma claro para los próximos meses. Todo esto se enmarca en el compromiso del consorcio por fomentar una mejor inclusión social a través de la práctica deportiva.
El Ayuntamiento de Borgomanero no solo proporcionó el espacio físico para las reuniones, sino que también facilitó la asistencia de expertos en diversas áreas relacionadas con el baloncesto. De la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha (FBCLM), asistieron Fernando García Alhambra, Directivo de Formación, y Jesús Flores, Director de Comunicación, quienes aportaron su experiencia al debate, enriqueciendo los diálogos con conocimientos prácticos.
El proyecto «Basketball KTN» se enfoca en promover un estilo de vida saludable y en garantizar la inclusión social de jóvenes menores de 18 años. Se busca crear grupos de clubes y academias hermanadas para fomentar el intercambio de conocimientos y experiencias, asegurando que todos los jóvenes tengan igualdad de oportunidades para participar activamente en el deporte.
Entre los miembros del consorcio destacan instituciones reconocidas como el Evnikos Sports Club de Atenas, la Universidad de Belgrado, el Basketball College de Milán y Turín, y YSSukraine de Ucrania. Esta diversidad cultural y deportiva enriquecerá el proyecto, y con el avance del programa, la colaboración promete ofrecer un renovado enfoque al baloncesto juvenil, no solo en el ámbito competitivo, sino también en la formación de valores y la construcción de una comunidad inclusiva y activa.
El evento reafirma el compromiso de las instituciones involucradas en hacer del baloncesto una herramienta de inclusión y promoción de un estilo de vida saludable para la juventud europea.
