La reciente culminación del proyecto CLM sin Techos, promovido por la Federación de Deportes de Montaña de Castilla-La Mancha (FDMCM), subraya un hito significativo en la inclusión de personas con discapacidades en actividades al aire libre. El pasado 5 de octubre, más de 90 voluntarios se agruparon en el Pico Ocejón para facilitar la ascensión de cuatro personas con movilidad reducida, quienes utilizaron sillas Joelette adaptadas. La jornada no solo brindó acceso a la montaña, sino que también reafirmó el compromiso por la dignidad y la inclusión en los deportes de aventura.
Desde sus inicios, CLM sin Techos ha tenido un propósito claro: demostrar que el montañismo es una actividad accesible para todos, independientemente de sus limitaciones físicas. Ascensiones previas a lugares como el Pico Rocigalgo, Pico San Felipe, Pico La Bañuela y Pico Padroncillo han llevado esta experiencia a un total de 34 beneficiarios, involucrando a más de 250 voluntarios en su transcurso. Este impacto ha transformado las dinámicas sociales y psicológicas de las personas con discapacidad, abriendo un diálogo sobre la accesibilidad y la inclusión.
Los puntos clave del proyecto son reveladores. En primer lugar, se destaca el esfuerzo por lograr cinco ascensiones en diferentes provincias, mostrando un notable alcance y participación del voluntariado. Además, el uso de tecnologías adaptadas permite un avance seguro en terrenos montañosos, enfatizando la autonomía de los participantes. Este enfoque no solo derriba barreras físicas, sino que también trabaja para disminuir el estigma social asociado a las discapacidades.
La FDMCM ha declarado su intención de continuar con estas iniciativas inclusivas, explorando nuevas rutas y estableciendo alianzas que enriquezcan los programas de formación. Los voluntarios, formados en técnicas de ascenso inclusivo y manejo de equipos adaptados, están ahora mejor equipados para fomentar un futuro donde el montañismo sea una práctica para todos.
El camino hacia una cultura de montaña inclusiva parece haber encontrado un impulso significativo, generando espacios de conversación sobre accesibilidad e itinerarios inclusivos. Este tipo de programas son esenciales no solo para la práctica deportiva, sino también para la construcción de una sociedad más solidaria y ética.
Con la mirada puesta en el futuro, la FDMCM invita a los medios de comunicación y al público en general a seguir de cerca sus próximas actividades, alentando a que se compartan historias que reflejen el impacto de esta inclusión. La montaña, tradicionalmente vista como un espacio de aventura y desafío, hoy se perfila como un símbolo de esperanza y unión para todos.
Fuente: Federación de Deportes de Montaña de Castilla-La Mancha