Durante la primera ola del COVID-19, un grupo de médicos del Servicio de Geriatría de la Gerencia de Atención Integrada de Villarrobledo llevó a cabo un innovador estudio para investigar la relación entre la infección por coronavirus y la depresión. Los doctores Isabel Soler, Sergio Salmerón y Silvia Lozoya fueron los responsables de esta investigación que ha arrojado resultados significativos.
El estudio, titulado ‘Frailty as a Risk Factor for Depression after COVID-19 Hospital Admission’, fue publicado recientemente en la revista internacional Geriatrics, la cual está indexada en PubMed con un factor de impacto de 2.1, según informó la Junta en una nota de prensa.
En esta investigación longitudinal se incluyeron 72 pacientes que habían sido ingresados por COVID-19 en el Hospital General de Villarrobledo. Estos pacientes fueron evaluados tanto al alta hospitalaria como seis meses después, mediante diferentes pruebas clínicas, neuropsicológicas, análisis de laboratorio, resonancia magnética nuclear, evaluación de fragilidad y nutricional, entre otras.
Los resultados del estudio mostraron que la fragilidad, la presencia de enfermedad vascular de pequeño vaso en la resonancia magnética, el uso de antidepresivos por causas diferentes a la depresión y los niveles de vitamina D fueron factores asociados con la depresión a los seis meses del ingreso por COVID-19. Asimismo, una mayor puntuación en la escala cognitiva CAMCOG y una edad más avanzada se identificaron como factores protectores contra la depresión.
Uno de los hallazgos más significativos fue la relación entre el estado de fragilidad y la aparición de depresión en pacientes hospitalizados por infección por SARS-CoV-2. La doctora Isabel Soler destacó la importancia de considerar la fragilidad en la recuperación post-COVID y la necesidad de enfoques personalizados y preventivos para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Este estudio se distingue por integrar variables clínicas, analíticas, radiológicas y neuropsicológicas en un modelo predictivo, lo que resalta la importancia de implementar medidas de prevención tanto para la fragilidad como para la depresión en estos pacientes.
La investigación contó con la colaboración de profesionales de diferentes especialidades y la doctora Soler agradeció el apoyo de diversas instituciones y personas involucradas en el estudio.
En resumen, este estudio pionero realizado por el Servicio de Geriatría de la Gerencia de Villarrobledo ha contribuido a ampliar el conocimiento sobre la relación entre la fragilidad y la depresión en pacientes hospitalizados por COVID-19, destacando la importancia de seguir investigando y desarrollando estrategias para mejorar el cuidado de estos pacientes.
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